¿Me creerías si te dijera que el hilo rojo no es lo único que destina a dos personas?
En una localidad al sur de Francia. En la década de los ochenta, vive Lily Diallo una joven con el sueño frustrado de ser escritora. Todos los meses compra un nuev...
Martín suspiro cansado, paso su mano por la frente y luego masajeo sus hombros para aligerar la tensión.
—Estoy cansado, Isaac. Además, no me comería nada de lo que tú me des.
Isaac llevó su mano al pecho de forma dramática.
—Me ofende, entre todos los primos que tienes, soy quien más te quiere, Martín. Aun así, no es de mi parte.
—¿No lo es?
—No — negó, encogiéndose de hombros. —Es de Lilian. Ella te lo llevó.
—No le digas Lilian — sentenció.
Seguido de eso, Martín tomo la tarta y el café por los aires. Se fue a su habitación y tras cerrar la puerta, se sentó en el suelo y comió la tarta que Lily le había dado. En silencio, solo disfrutando del sabor que tenía la bienvenida.
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