Capítulo 14: 'Nos reencontraremos'

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Capítulo 14: 'Nos reencontraremos'

Los dedos, de ambos tipos, se aferraron con fuerza a mis brazos mientras yo gritaba. Dolor, desesperación, solo podía sentir el sabor a mis lagrimas cubiertas en sangre.

Jack: -¡cállate!- con el bate de béisbol me golpeó repentinamente en el estomago y caí al suelo.

Los tipos me levantaron los brazos para sostenerme de las muñecas, pero yo ya no podía mantenerme más en pie.

Lagrimas y lagrimas.

Olive: -¡Suéltenlo! ¡Por Favor!- sentí como mi garganta sangraba con mis fuertes gritos. -¡mátame a mí! ¡¡Suéltalo!!

Lancé un alarido de desconsuelo en medio de mi interminable llanto. Grité. Grité, grité y no dejé de gritar.

No tenía idea del porqué los vecinos no se alarmaban.

Olive: -¡por favor!

Jack: -Bill, amordázala.

Olive: -¡no!- vociferé muerta en llanto mientras intentaba removerme de mi agarre. -¡mátenme a mí! ¡¡Mátenme a mí, por favor!!- lloré y lloré.

Con una fuerza descomunal, me amordazaron con un trapo de mi cocina y golpearon mi rostro para que me callara.

Su puta madre se callaría.

Jack: -mírame perra.- alzó mi rostro con la punta del bate de béisbol. -quiero que sepas, que todo lo que haga en este momento es solo culpa de Harry. Todo fue por él, él y su estúpida bala en el cuerpo de la hija de William; mi sobrina.

Dejé de respirar.

Jack: -Esto es por la hija de mi hermano que Harry mató.

Era abrumador, mis gritos sofocados por la prenda en mi boca no me dejaban pensar con claridad. Solo era una necesidad natural y salvaje de querer proteger a Michael. Entre lágrimas vi fugazmente el bate alzado frente a el saco.

No.

No no no no no. Grité con fuerza y cerré mis ojos.

El sonido de un golpe despertó algo inimaginable en mí. Toda mi fuerza, todo mi aliento, todo lo di luchando por ser yo a quien Jack golpeaba. Cada lagrima con cada golpe, y fueron tantas lagrimas.

Golpes.

Golpes.

Grité, con tanta fuerza al ver como la sangre se desprendía del saco. Impregnándose en la tela. Me movía con desesperación, luchando por salvarle. Y ahí estaba, golpeando a mi hijo dentro de un saco.

Olive: -¡¡detente!!- vociferé una vez logré quitar mi mordaza. -¡¡para!! ¡¡No!!

Jack me miró y golpeó el saco arrastrándolo a la muralla. La tela se había impregnado aun más en sangre y lancé un grito cegado por el llanto.

Jack: -Harry amaría ver esto.

Olive: -¡¡mátenme a mí!!- otro golpe y lancé un desgarrado grito de desconsuelo acompañado por mis lagrimas. -¡detente!

Jack alzó el bate y lo dejó caer con fuerza sobre el saco. Fue un sonido horrible, espantoso en todos los sentidos. Oír los huesos rompiéndose y la carne siendo apaleada.

Golpes.

No pude evitar sentir el vomito en mi garganta. Jack sonrió y pasó delicadamente el bate por mi rostro, manchando mis mejillas con sangre.

Sangre de mi hijo.

Su sangre.

En mis mejillas.

Los ángeles, no son criminales. [Trilogía]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora