Capítulo 5: 'Las tarjetas'
Ella asomó su rostro, y suspiró al ver que no había nadie en la sala. Harry se encontraba en su habitación, durmiendo de seguro. Olive se asomó a la cocina, y pensó que no sería malo sacar algo para comer. Abrió el estante (de puntitas ya que el estante la superaba en estatura), y se asombró al ver la cantidad de comida. Pero aún con tanta comida, prefirió sacar algo pequeño. Se estiró como pudo y sacó un frasco de vidrio con atún.
Harry: -despertaste.- Olive sintió esa voz detrás de ella. Saltó del susto dejando caer al suelo el frasco, este se rompió en varios pedazos, y ella volvió a saltar al escuchar el estruendo. Harry la miraba inmóvil y con su mirada endurecida.
Olive: -sí... Sí lo he hecho.- murmuró temblando.
Harry: -tenías hambre.
Olive: -no. Digo sí, pero poca.- dijo ella tartamudeando.
Se arrodilló para limpiar el desastre, pero entre tantos nervios, se ensartó un pedazo de vidrio en el dedo.
Olive: -ay! Mierda.- jadeó en un susurro desgarrado.
Harry solo la observó. Ella terminó de limpiar y se lavó las manos. Miró su dedo e intentó que el vidrio saliera, pero no pudo. No era un vidrio pequeño, desgraciadamente no saldría tan fácil. 'En la habitación intento más, ahora largate', se dijo a sí misma. Y sí... lo hizo. Se levantó y caminó hacia su habitación. Pasó por al lado de Harry, pero él la detuvo. Ella empuñó sus ojos maldiciendo mil y una veces su jodida suerte.
Harry: -tu mano.- demandó a lo que Olive no entendió. -que me la muestres, niña.
Ella le mostró su mano herida, y temerosa esperó una respuesta. Temía que la reprendiera, como si Harry hubiese adquirido el rol de padre que Olive casi nunca tuvo.
Harry: -siéntate en el sillón, te curaré esa mierda.- Olive solo lo hizo, no protestó.
Harry volvió a los segundos desde que ella se sentó, traía un botiquín en sus manos y una preocupación invisible en su cabeza.
Harry: -la mano.- ordenó impaciente sentándose a su lado. Ella se la pasó.
Harry la tomó con cuidado y miró compasivo su herida. De pronto Olive sintió un ardor muy fuerte. Empuñó sus ojos y Harry terminó de pasar el alcohol.
Harry: -no te muevas.- él se quedó mirando a Olive. -si quieres traigo algo para que muerdas.
Olive: -¿Ta... Tanto me va a doler?- preguntó con el miedo corriéndole por la sangre. Harry asintió serio. -no es necesario.
Harry: -bien.- presionó el dedo de Olive para que el vidrio se asomara, pero estaba muy incrustado. Tuvo qué presionar con más fuerza.
Olive: -¡mierda!- gritó Olive de dolor. Empuñó sus ojos y Harry se detuvo al ver que le dolía demasiado. No quiso lastimarla más. ¿Porqué? ¿Porqué no quieres hacerlo? Se decía a sí mismo. Tal vez... Pensó. Tal vez era muy dulce y perdida para causarle daño. Se deshizo de sus pensamientos y continuó. Cogió una pinza y tomó la puntita del vidrio que se había asomado. La sacó con cuidado, pero con facilidad. Luego de extraerla, Olive ya había soltado una pequeña lágrima de dolor.
Harry suspiró.
Harry: -ya acabo, no tardo.- desinfectó la herida y la vendó con cuidado. -ya está.
Olive: -gracias.- dijo cabizbaja.
Harry: -veamos televisión. Así te olvidarás del dolor.- tomó el control y encendió la TV. Luego le pasó el control a Olive. Ella lo cambió un canal y algo llamó su atención. Era un programa de comentarios, típicos de farándula. Una comentarista rubia dijo:
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Los ángeles, no son criminales. [Trilogía]
Fanfiction"Recuerden, amigos míos. Hermanos de vista, colegas malditos. Oigan y recuerden ángeles sin convicción, que no todo lo legal en definitiva es bueno. Entonces, me pregunto... ¿Porqué habría de ser todo lo ilegal malo?". ~Olive Kate Black. Según mucho...