Capítulo, 7: 'La cabaña'
Harry se bajó del auto y cerró la puerta. Olive entreabrió sus ojos y se dio cuenta de que él entró a la cabaña. Rápidamente abrió la puerta del auto y salió corriendo. Harry escuchó como la puerta del auto se abrió y regresó a el. Maldijo a las mil putas al ver que Olive, ya no estaba.
Ella corría con todas sus fuerzas, con todo lo que tenía y tuvo alguna vez, pero era un bosque muy espeso. No veía nada, tropezaba de vez en cuando pero lo complicado fue cuando se dio cuenta de que Harry la seguía. Harry la buscaba entre los árboles. Escuchaba cada sonido con suma atención, un murmuro, una respiración. Olive apenas respiraba, tenía que escapar. Harry comenzó a desesperarse, no podía dejar a Olive, si ella se escapaba acabaría todo. Él iría preso y... No, no pudo imaginar más.
Harry: -¡¡Olive!!- la voz desgarrada de Harry resonó entre los árboles.
Olive caminó un poco para alejarse de él, pero por desgracia era otoño. Habían hojas secas por todas partes. Ella pisó unas cuantas y Harry se dio cuenta de que estaba cerca. Rápidamente ella se escondió detrás de un árbol y guardó su respiración. Harry acechaba, miraba para todos lados. De pronto y sin darse cuenta, Harry se puso de espaldas a Olive. Ella estaba dentro de un hueco en un árbol. Él no la había visto, pero se quedo ahí, enfrente de ella. Olive no respiraba, apenas se movía. Si Harry se daba vuelta ella era mujer muerta. Tenía que tomar una decisión, o escapaba en ese minuto, o él se daba vuelta y la encontraba. Olive soltó un respiro y empujó con fuerza el cuerpo de Harry, él cayó entre las hojas.
Ella salió de su escondite y corrió con todas sus purísimas fuerzas. Harry se paró rápido y la siguió. Olive quería encontrar algo de gente, pero no había nadie. Sus pies corrían lo más rápido que podía, su respiración estaba agitada y las ilusiones de vivir la ayudaban a seguir corriendo. Harry solo la siguió, no podía escapar, no podía irse. Olive llegó a una parte del cerro llena de pequeños arbustos. No lo pensó dos veces y se adentró. Sus lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, solo quería salir de ese maldito lugar. Harry se adentró en la zona de arbustos y la siguió rápidamente. Olive sintió que Harry se acercaba y se desesperó, dio un paso en falso y el jeans se le atoró en un matorral con espinas; cayó al suelo.
Olive: -no, no, no.- sollozaba, se levantó pero el matorral se le clavó al pantalón. -no, ¡no! ¡Mierda!
Olive era solo desesperación, no podía correr, y de pronto... Alguien se lanzó encima suyo.
Harry: -te tengo pequeña perra.- Olive solo lloraba. Sentía rabia, desesperación, una mezcla que formaba nada más que frustración destilada del horror. Harry la levantó y la cargó como un saco de papas.
Olive: -déjame ir, por favor.- pataleaba ella. -¡déjame!- Harry la soltó y la tomó con fuerza de los brazos, ella solo le miró con sus ojos aguados.
Y los ojos de él, ardían quemando los suyos con ira.
Harry: -¡cállate! ¡Cállate de una vez por todas!- la apretó dejando marcas en sus brazos. -Ya no están los demás para tratarte como un ser humano, ahora harás las cosas a MÍ modo. Y juro, mierda de persona, que desearás no haber nacido para jamás conocerme.
Olive lloró frente a Harry sin poder mirarle.
Olive: -por favor...
Harry: -¡te he dicho que no!
Olive: -entonces mátame.- alzó la vista y ardió. -¡mátame!
Una cachetada la hizo callar.
Harry: -¿y qué crees que haríamos en esa cabaña?.- Harry tensó sus músculos y Olive sintió que quería morir, pero no quería dejar de vivir. -nadie, ¡nadie! Se escapa de Harry Styles, perra.
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Los ángeles, no son criminales. [Trilogía]
Fanfiction"Recuerden, amigos míos. Hermanos de vista, colegas malditos. Oigan y recuerden ángeles sin convicción, que no todo lo legal en definitiva es bueno. Entonces, me pregunto... ¿Porqué habría de ser todo lo ilegal malo?". ~Olive Kate Black. Según mucho...