Los ángeles, no son criminales. [Trilogía]

Capítulo 24: 'Derrumbe y escape'

Capítulo 24: 'Derrumbe y escape'

Olive: -entonces...- divagué al verlo a punto de tomar el aeroplano que se lo llevaría lejos de mí. -te vas.

Jake, Louis y Liam acompañarían a Harry a solucionar los asuntos en Europa.

Harry: -volveré pronto.- me abracé a mi misma, dándome calor.

Olive: -siempre dices eso. Siempre lo mismo. Que todo ira bien, que no tardarás.- evité llorar otra vez frente suyo. -déjame ir contigo.

Harry: -no, ya lo hablamos. Iré sólo.

Olive: -¿que haré aquí? ¿Tejer? ¿Retratar mi dolor en un cuadro?

Harry: -amor... No me lo hagas más difícil, y quédate donde no te hagan daño.

Otra vez ese afán de protección, esa adicción que nos dolía a ambos.

Olive: -entonces explícame que mierda haré aquí, ¡solo dime!

Me miró apenado mientras ya lo llamaban desde el aeroplano. No quería que se fuera lejos de mí, lejos de ambos.

Harry: -aquí no morirás.

Olive: -¿y tú allá sí?

Ninguno habló, en parte lo dejé llorar en silencio. Acaricié su rostro y nos fundimos en un largo abrazo.

Harry: -no pienses en lo peor, ¿ok mi niña?- limpió mis lágrimas y juntó nuestras frentes. ¿Cuándo había comenzado a llorar? -eres lo mejor que tengo, lo eres todo en mí. Repítelo cada mañana, recuerda que te amo muchísimo. Mírame...

Vi sus ojos y quise quebrarme. Romper en sus palabras. No...

Harry: -quédate con Niall en este tiempo, él te protegerá. Estaré bien.

Olive: -pero... ¿De que?

Harry: -no importa, no pienses en lo que me pueda ocurrir, ¿ya?- lloró.

Olive: -no, amor...

Harry: -Olive por favor.- suplicó con la voz quebrada. -solo se feliz con ellos.

Olive: -¡Harry no!

Mi gritó calló todo, ni las estrellas se atrevían a susurrar. Harry lloró frente a mí y yo lloré frente a él. Era malditamente dependiente, atada con lazos fuertes a su cuerpo. Y su nombre retumbaba en mi pecho, su simple recuerdo me hacia vibrar los colores.

Le amaba... Como nadie le querría en el mundo entero.

No podía apartarme de su lado, eso era lo último que quería. Mi pecho lloraba por su contacto, quería sentirlo más y más. ¿Porqué siempre era así? Llegaba, se iba, llegaba y tenía que marchar. Al final, de él solo me quedaban fotos, recuerdos y su aroma en mi almohada.

Olive: -te amo.

Sólo la noche fue testigo de como el dolor en nuestro beso fue nulo, invisible y ciego. Sentí sus manos apegarme a él, sentí como ambos queríamos fundiremos en el beso más triste de nuestros besos... Y habían sido tantos. Tan tristes. Llorábamos mientras nos amábamos, quizá el dolor sí estaba ahí, pero respetaba nuestras penas. Quería mirar el cielo, memorizar las estrellas y respirar el momento. De alguna forma quería que el tiempo con Harry fuera eterno. Un segundo más, hubiese dado tanto por sólo un segundo más de su aroma. De sus besos millones. De su calor uno.

Olive: -cuídate.- susurré.

De pronto sentí como dejaba algo en mis manos. Y la despedida se volvió algo mas formal, en algo mas triste y serio. Mi cuerpo comenzó a sentir el remezón del miedo y la pena.