Capítulo 4: 'La fiesta'
Una vez en el lugar, Eleanor chocó palmas conmigo felicitándome por escapar de Harry. Perrie y Danielle estaban bailando entre ebrios, drogados y gente eufórica.
Si tuviera que calificar este lugar en una escala del 1 al 10 con respecto a la locura y el desenfreno, este lugar se lleva un 10,5 sin lugar a dudas. No fue una muy buena idea venir, no creí que fuera tanto.
Jamás entendí el sentido de bailar como enfermos, de beber como si no hubiera un mañana y de drogarse esperando tener una relación de una noche. No, nunca lo entendí, pero de que era divertido... Diablos, era divertido.
Las primeras dos horas estuve pendiente de la hora para estar segura de cuando volver a casa. Todo estaba fríamente calculado y cronometrado, hasta que la nación del alcohol atacó.
Perrie: -¿quien sigue sobria?- preguntó notablemente ebria.
Danielle: -Yo... Yo no.- estallaron en carcajadas.
Por otro lado, mi persona se encontraba tratando de no parecer mareada, ya que, no estaba ebria. Los minutos seguían corriendo y sin darme cuenta, perdimos a Perrie y a Danielle en la pista de baile.
Eleanor: -¡un salud por las últimas dos sobrias!- gritaba por el volumen de la música. Era bastante irónico, Eleanor estaba más que ebria, de hecho, ella superó el nivel "Ebria súper suprema". Chocó su vaso con el mío y se lo empinó. No supe en que momento, Eleanor también se perdió en la inmensidad de la pista de baile.
Y ahí me encontraba, sola luchando contra el despiadado alcohol. Decidí pararme para ir al baño a lavarme la cara y relajarme un poco. Una vez mi cuerpo se halló de pie, sentí como aquel efecto vertigoso azotaba mis piernas y cabeza. Estaba ebria.
Choqué innumerables veces con cuerpos ahogados en la euforia lasciva y desenfrenada de una fiesta, pero logré caminar. Ya cerca del baño, ahí donde la música no estaba tan fuerte, sentí que hablaban a mi espalda.
Hombre: -Olive, Olive, mira nada más. Tenía tantas ganas de conocerte.
Mi sangre se congeló, mi respiración pausó y mi rostro perdió todo lo que se le puede llamar color. Volteé y observé a aquel hombre que jamás en mi vida había visto.
Tal vez era el miedo, los nervios o el alcohol, pero jamás creí que justo en aquel momento mi estómago comenzara a querer rechazar la comida.
Olive: -como... Tu... ¿Te conozco?- el tipo rió y acercó su silueta esbelta hacia mi. La cautela de su andar me tensaba, y las ganas de vomitar aumentaban con cada pestañeo de su parte.
Hombre: -no, no me conoces. Soy un viejo amigo de Harry Styles.
Alza una ceja y prácticamente me caigo de espaldas. Sabía a que se refería con "viejo amigo". Sabía que Chris no había sido el único jefe de Harry. Mierda, mierda.
Hombre: -y si no me equivoco, él y tu...
Olive: -sí, él y yo.- el ríe y sonríe mostrándome todos sus dientes.
Tenía unos 30 y pocos años. Delgado, alto y con un poco de barba en la barbilla. Pelo café y ojos negros, muy muy negros. Daba miedo. Vestía normal, y lucía un aspecto irónico y controlador.
Olive: -bueno... ¿Tu eres?- estabilicé mi paso y logré verme más sobria de lo que llegué.
Hombre: -me llamo William, pero tu dime Will.- guiñó un ojo sin sonreír más de lo debido. Ignoré aquel acto, sin embargo el miedo me obligaba a hablar más de lo debido.
Olive: -que coincidencia, te llamas como mi padre.
Will: -lo sé, linda.- como no pensarlo antes.
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Los ángeles, no son criminales. [Trilogía]
Fanfiction"Recuerden, amigos míos. Hermanos de vista, colegas malditos. Oigan y recuerden ángeles sin convicción, que no todo lo legal en definitiva es bueno. Entonces, me pregunto... ¿Porqué habría de ser todo lo ilegal malo?". ~Olive Kate Black. Según mucho...