Capítulo 17

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Llegaron a la discoteca, los amigos de Andrea ya estaban dentro esperándoles, cerca de la barra.

Caminaban de la mano para que no se pierdan entre la multitud hasta que llega con los amigos de ella y se sueltan la manos.

Las horas pasan y Luis decide ir al baño ya cansado y con ganas de irse a dormir, entra y mientras se moja la cara para despejarse, un chico se coloca  a su lado haciendo lo mismo.

El gallego levanta la cabeza para secarse la cara con papel y en seguida se arrepiente, aprieta su mandíbula y tira el papel a la basura.

Jamás pensó que iba a coincidir en una discoteca con Miguel, la pareja de Aitana, nunca le agradó su presencia, pero tampoco tenía derecho a echarle de aquella discoteca.

Ni era la pareja de Aitana ni la discoteca era suya, pero las ganas de cogerle del cuello de la camiseta y echarlo a patadas de aquel lugar repleto de gente no faltaban.

Después de respirar hondo unas cuantas veces y relájese decide volver con su pareja y los amigos de ella, iba tan concentrado en llegar a su destino que no se dio cuenta de que le habían tirado un vaso de ron-cola por encima.

El gallego mira a la culpable de aquel accidente y se queda mudo al ver que quien le había manchado con aquella bebida era su ex, Aitana, pero claro, si esta Miguel, obviamente iba a estar Aitana.

Ambos se piden disculpas sin que ella recogiera el vaso, sin saber que con quien se ha chocado es quien la hacía muy feliz.

No reconoció la voz, puesto que con el barullo y la música a todo volumen no pudo escucharlo bien.

Levantó la cabeza y se quedó muda al ver al gallego, se esperaba a todas las personas menos a él.

Básicamente porque sabía que a él no le gustaba mucho las fiestas, prefería quedarse en su casa viendo alguna serie o alguna película.

¡¡AQUÍ OTRO CAPÍTULO!!

Perfectamente Imperfectos || AITEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora