Capítulo 46

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Luis iba mejorando bajo la atenta mirada de preocupación de su amigo, hacía mucho que no le pasaba eso.

El gallego le dio un abrazo, Roi cerró los ojos abrazando a su amigo, tenia el susto en el cuerpo, temía que si le preguntase el porqué de ese ataque le volviera a suceder.

Prefería quedarse con la duda antes de volver a ver a su amigo en ese estado.

Ven a Luis como a un tipo rudo, que le importa poco las cosas, que solo está riendose y poco más, pero en realidad es como aquel oso de peluche que le abrazarias y no le solitarias nunca.

Ambos se separaron del abrazo y Luis se tumbo de nuevo en el sofá con los ojos cerrados, le daba bastante vergüenza que su entorno le viera mal.

—Luis, ¿qué te ha pasado? —Pregunta preocupado

—No ha sido nada, tranquilo —Susurra el gallego intentando calmar la preocupación de su amigo

Roi asiente y le besa la mejilla y se incorpora, camina a la cocina mientras marca el número de teléfono de la canaria. Ana siempre ha estado con ellos dos, y siempre ha sabido el estado de ambos, y está ocasión no iba a ser diferente.

Tres pitidos y la voz de la Canaria se escuchó saludando al gallego alegremente, mientras que este la saludo con un tono de voz, totalmente diferente.

—¿Qué ocurre? —Preguntó confusa a la vez que preocupada

—Es Luis, íbamos a comer juntos y le he dicho en plan broma que si llamo a Aitana y tal y pasados unos minutos le estaba dando un ataque de pánico, ahora mismo está en el sofá terminado de relajarse.

—Ahora mismo voy, dame cinco minutos

—Perfecto, gracias

Ana sonrió y colgó, tiro el teléfono en la cama y comenzó a vestirse, se puso unos pantalones grises, un top negro y unas zapatillas blancas, junto con una chaqueta de color negro, todavía hacía un poco de frío.

¡¡AQUÍ OTRO CAPÍTULO!!

Perfectamente Imperfectos || AITEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora