Capítulo 44

60 1 0
                                    

Los gallegos fueron a desayunar, pidieron un café con un croissant cada uno, tenían gustos muy parecidos y a los dos les gustaba prácticamente lo mismo.

La mañana iba pasando y a Roi le daba pereza hacer la comida, miraba a Luis intentando que le entendiera con la mirada.

Sin embargo, lo único que conseguía es que este se quedará mirándole también intentando descifrar lo que su amigo quería decirle.

—¿Ocurre algo? —Pregunta con las cejas levantadas

—No, solo que me da pereza hacer la comida y había pensado si puedo quedarme en tu casa a comer —Comenta el gallego mirándole agarrandole el brazo.

Este se ríe a la petición de su amigo, él sabe que no tiene que pedirle, que es bienvenido a casa de Luis.

—Claro, que vas a querer?

—A mi eso me da igual, lo que quieras

—Yo iba a hacer ensalada, pero si quieres, pero haré espaguetis con tomate

Roi asiente sonriendo, agradece tener un amigo como Luis, podrá ser muy cabezón y muy refunfuñon, pero cuando tienes un problema o le pides algo está el primero ayudándote.

Nadie conoce a Luis mejor que su familia y amigos, es verdad, que se guarda todo dentro y no lo suelta con nadie, es verdad que debería controlarse a la hora de decir las cosas, pero es verdad también que si de verdad le importas, va a mover viento y marea por verte bien.

Llegan a casa de Luis y mientras Roi se sienta en el sofá suspirando cansado, Luis deja las cosas riendose de la reacción de su amigo al sentarse.

—Ni que hubieras corrido una maratón—Suelta riendose entrando a la cocina

Roi se ríe y se acomoda en el sofa mirando el teléfono sonriendo.

—Le digo a Aitana que venga a comer?

¡¡AQUÍ OTRO CAPÍTULO!!

Perfectamente Imperfectos || AITEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora