El teléfono de la catalana comenzó a sonar, ambos se separaron y está contestó.
—Aitana, donde estas? Llevas mucho tiempo fuera
—Oh, si, si, ya...ya voy, me había entretenido jugando con sopa, ahora voy a casa si?
El actor cuelga y está guarda el teléfono mirando al suelo, no se atreve a mirar a los ojos al gallego, por el simple echo de que minutos antes se habían besado.
Quería dejar a Miguel, eso lo tenía claro, pero no sabía que le iba a decir ni como iba a reaccionar.
Luis noto que se estaba empezando a tensar, le acarició la mejilla y acabo abrazandola, envolviendola entre sus brazos haciéndola sentir como en casa.
—Te prometo que voy a terminar con él si?
—No tengas prisa si? A tu ritmo —Intentaba tranquilizarla, aunque por dentro se estaba muriendo por querer que terminará con él
—Venga, vamos lleno no vaya a ser que te reclame más
Esta rio ante el comentario que hizo, no podían andar mucho tramo juntos, ya que por ahí transitaba mucha gente y podían hacerle fotos, se despidieron y cada uno se fue por un lado diferente con una sonrisa en la cara recordando el maravilloso momento que han vivido hace unos minutos bajo el puente.
Los días pasaban y la mayoría de noches la pareja se encontraba bajo el puente, se besaban, se abrazaban y se decían lo mucho que se querían.
Unos de esos días Aitana no contestaba a los mensajes de Luis, no había muchos, solamente, los típicos, "hola, que tal?", "nos vemos esta noche" y cosas así, sin embargo, aquella noche, Luis daba vueltas bajo el punte, esperando a que en algún momento apareciese sopa y detrás Aitana, con su sonrisa.
Apareció, solo que, con un pañuelo en la mano, mirando al suelo y bastante triste, esta solto a sopa que corrió hacia Luis.
Se saludaron y mientras sopa iba a oler, Luis se acerco a Aitana, la abrazó y enseguida sintió como su camiseta se mojaba por la lágrimas que le caían por las mejillas.
¡¡AQUÍ OTRO CAPÍTULO!!
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Perfectamente Imperfectos || AITEDA
Lãng mạnLa academia los unió y 5 años más tarde les vuelve a unir, obstáculos en su relación, alegrías y tristezas. El amor lo puede todo, o no.