Capítulo 70

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Se sentaron todos en la mesa, preparados para cenar, mientras las risas y las palabras salían sin parar.

Luis estaba pendiente de Aitana, y aunque a ella no le agradaba que estuvieran a cada rato encima de ella, preocupados, se dejaba cuidar manteniendose en silencio, soltando una sonrisa cada vez que la miraban.

Belén se quedó seria por un momento, un pensamiento paso por su cabeza dejándola descolocada y agobiada.

Miraba a su hija pensando en cómo preguntárselo sin que el buen ambiente que había en ese momento, se desvaneciera por una simple pregunta.

—Oye, hija —Carraspeo Belén —¿Tu ya te has acostado con Luis? —Soltó sin preliminares y sin vergüenza alguna

Aitana escupió la comida que llevaba en la comida, aquella pregunta no se la esperaba, pues no era de su incumbencia.

Levantó la vista encontrandose la mirada de todos mirándola, bueno, de todos menos de Luis, que tenía la cara roja de la vergüenza que estaba pasando.

No habían echo nada, simplemente les da vergüenza hablar de esos temas con su madre y con su suegra.

—No mama, desde que volvimos a retomarlo no nos hemos acostado

—¿Desde que volvisteis a retomarlo? ¿Entonces cuando salisteis de la academia si que os habíais acostado?

Aitana asintió desviando al mirada, Belén siempre la había advertido que siempre con la persona con la que me sintiera cómoda y segura y por su puesto, siempre con preservativo, y en eso le había echo caso, pero el simple echo de que posiblemente Aitana podría embarazarse de Luis, a Belén la mataba por dentro.

Quería solucionar todo con Luis, y por fuera sonreia asintiendo, manteniendo la calma, pero por dentro era un mar de lágrimas, de agobio y de ira.

Belén veía a su hija feliz con él y aunque eso le molestara, tenía que respetarlo, su hija ya no era una niña, y podía tomar las decisiones que quisiera, siempre y cuando no hiciera daño a nadie.

—¿Porque la pregunta? —Cuestionó la hija intrigada

—No, una duda, pero ya está

Belén sonrió tranquila y siguió transcurriendo la cena entre risas, cosa que se agradeció después de tensar el ambiente.

La hora de dormir llegó, cosa que mientras Belén y Cosme se metían en la cama, Luis arropan a Aitana, que se encontraba durmiendo profundamente.

¡¡AQUÍ OTRO CAPÍTULO!!

Perfectamente Imperfectos || AITEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora