Capítulo 57

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La familia había abrazado a la protagonista, solo faltaba una persona por abrazarla.

Aitana le buscó con la mirada, hasta que lo encontró detrás de todo el grupo de su familia sonriendo orgulloso.

Él siempre había estado muy orgulloso de ella, desde el primer momento en que entraron en aquella academia, y aún estando separados y sin hablarse seguía estando orgulloso de sus logros.

Aitana se acercó a él con los brazos abiertos y se fundieron en un abrazo el cual todaa familia fue testigo de cuanto se habían echado de menos en esos cinco años, y aunque ya haya pasado un tiempo, esos cinco años separados seguían estando.

Aitana cerró los ojos abrazando al gallego, mientras que este besaba repetidas veces su hombro haciendole caricias en la espalda.

—Gracias, de verdad —Susurró la catalana

Este sonrió al escucharla, no querían darle un final a ese abrazo, pero estaba su familia delante y su plan no era estropearle su cena con su familia.

Este plantó un beso en la frente de ella, dejándola con una sonrisa, le daba igual que le hubiera despeinado el flequillo, necesitaba uno de esos besos en la frente que solo él conseguía transmitirle confianza y paz en ella misma.

Aitana guardó la placa en la caja, no quería que se rompiera, la dejo con cuidado tumbada en el suelo, lejos de cualquier peligro.

Luis acarició la espalda de Aitana sonriendo, mientras que miraba a la familia de ella.

—Me voy a ir, ¿vale?

—¿No te quedas? —Preguntó la catalana un poco desilusionada

—No, solo vine a darte la placa, te dejo con tu familia, y tienes que descansar

Aitana asintió y dejó un beso en los labios de el gallego, le gustaba mucho como se preocupaba por ella, desde el primer momento la cuido como si fuera su hermanita pequeña.

¡¡AQUÍ OTRO CAPÍTULO!!

Perfectamente Imperfectos || AITEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora