Capítulo 86

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La mañana iba pasando, el trabajo iba disminuyendo y las ganas de volver a casa y poder descansar aumentaban.

Les gustaba su trabajo, pero no se les hacía muy fácil el levantarse tan temprano, o eso decía Aitana siempre que tenía que madrugar.

Ya podía dormir 10 horas, que le va a costar levantarse temprano, le encanta dormir, de echo, es su hobbie favorito, prefiere quedarse en su casa, tumbada en su cama, durmiendo, antes que salir de fiesta, le gusta salir por la noche, pero muy de vez en cuando.

Lo único que le faltaba a Luis era una entrevista en "Cadena Dial" en cambio, a Aitana le quedaba una sesión de fotos, lo que significa que Aitana tardará más en llegar a casa que Luis.

La hora de comer ya se estaba acercando, y la barriga de Aitana empezaba a sonar, y aunque tenía muchísimo hambre, tenía que seguir con la sesión, ya solo quedaban quince minutos, y esos quince minutos iba a intentar hacerlo lo más fluido y rápido posible.

Los quince minutos pasaron muy rápido, de echo ya estaba saliendo del edificio y comenzando un rumbo nuevo hacia su casa, deseando comer algo y poder descansar.

Los quince minutos pasaron muy rápido, de echo ya estaba saliendo del edificio y comenzando un rumbo nuevo hacia su casa, deseando comer algo y poder descansar

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El teléfono de Aitana comenzó a sonar, llamando la atención de ella.

— Si?
— Soy yo, Luis, como vas? Ya está la comida echa, vas a tardar mucho?
— No, de echo, estoy ya, voy por la esquina de nuestra calle
—Perfecto, aquí te espero
— Okey hasta ahora, te quiero

Luis sonrió y colgó, él también la quería, y mucho, pero le encantaba ver como Aitana suplicaba por escuchar un "te quiero" por parte de Luis.

Y así fue, en cuanto Aitana cerró la puerta, dejó las cosas en su sitio y corrió hacia la cocina, donde se encontró a Luis poniendo la comida en los platos, le dió toques en el hombro haciendo que este se girara mirándola con una sonrisa en la cara, sabiendo lo que le iba a pedir.

— Porque no me has dicho que me quieres? Yo te he dicho que te quiero — Preguntó haciendo unos pucheros irresistibles
—Te quiero enana —sonreía victorioso

Aitana sonrió y plantó un beso en sus labios, adoraba que Luis le dijera lo mucho que la quería.

¡¡AQUÍ OTRO CAPÍTULO!!

Perfectamente Imperfectos || AITEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora