No sigas

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Daiana.

Es sábado y me encuentro recostada en una de las colchonetas que saca Victoria cuando vamos todas a quedarnos. Mi cabeza está recostada en el regazo de ella mientras me teje una trenza en la cabeza. Andrea y Yuli se encuentran con el teléfono mientras buscan todo tipo de ropa para bebé, cunas, corrales y accesorios para su cuidado en los primeros meses.

Diría que antes hubiera estado bastante celosa y molesta por ver a mi prima compartiendo con otra persona que no fuera yo, pero Victoria me ha hecho sentir muy querida y Andrea sigue siendo mi amiga.

Victoria me extiende su mano derecha y yo extiendo la izquierda para unirlas y que nuestra Mariposa Monarca se vuelva una sola con ambas unidas. Nos reímos por nuestra bonita Mariposa. Las chicas nos observan extrañadas.

— ¿De qué se ríen tanto? —Indaga Andrea.

Amabas miramos a las futuras madres, quienes bajan el teléfono y nos inspeccionan con intriga.

—El tatuaje —les muestro sin ponerme en pie.

— ¿Se hicieron un tatuaje juntas sin decirnos?

—Ustedes salieron preñadas juntas y nosotras no nos molestamos —refunfuña Victoria y yo rio con ganas—. Además, pronto van a compartir una marca igual a la altura de sus vientres.

Ambas se miran y siento como si hubiera bandos divididos.

— ¿Cuándo serán las próximas consultas para ir con ustedes? —Rompo la tensión que generó Vicky.

—Las cuadramos a la misma fecha para ir ambas acompañadas. Será dentro de 3 semanas —nos informa Andrea.

— ¿Y los ecos? —Indaga Vicky.

—Cuando cumplamos el primer trimestre —sigue Chull.

—Oye, ya quieres hablarnos de lo que te dijo Fabián, ¿o no? —Suelta Yuli cruzándose de brazos.

—Solo se excusó y me culpó de todo a mí —comento evitado no dejar que me afecte.

— ¿Pero si tiene algo con esa chica? —Sigue indagando Yuli.

—No lo sé y tampoco me importa —enfoco a Andrea, pero ésta no me mira.

—Bueno, no sigamos hablando de ese idiota —sentencia Vicky sacándome de la molestia e incomodidad—. Ahora, ¿hoy iremos a verlo? —Se dirige a mí.

Asiento con emoción y las chicas nos miran.

— ¿Ver a quién? —Preguntan ambas al unísono.

—No es un ¨quién¨, es un ¨qué¨ —suelta Victoria con diversión.

— ¡Ay, dígannos! —Lloriquea Andrea.

—No les vamos a decir —rio siguiendo la broma de Victoria y las chicas se entristecen—, nos van a acompañar, así que muévanlo a vestirse.

Nos ponemos todas de pie y salimos a alistarnos.

. . .

Estamos todas en Carcacha y ya estoy mucho más cómoda al manejar luego de haber practicado toda la semana al ir a la clínica y llevar a Adrián a su casa.

El viernes, Caleb no fue y eso me desconcertó un poco, pero era obvio que no iría.

Nos dirigimos al centro de la ciudad con Victoria de copiloto colocando la música mientras las chics comen galletas en la parte trasera.

Llegamos a un edificio y estaciono en un estacionamiento a un costado. Bajamos y caminamos al conjunto departamental.

— ¿Qué hacemos acá? —Pregunta Chull mirando en todas direcciones.

Tu Amarga Esencia [Saga Esencia] [Libro •2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora