¡Se burla de mí!

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⚠️ ATENCIÓN ⚠️

ESTA ESCENA CONTIENE VIOLENCIA DESMEDIDA Y ABUSO AL GENERO FEMENINO.

SE RECOMIENDA DISCRECIÓN.

RECUERDEN QUE ES UN RELATO FICTICIO.

. . .

Tarde del 20 de diciembre.

Helena.

Conduzco con cautela por la ciudad dirigiéndome al coliseo. A las 6 llegará Daiana y debemos estar antes.

Existe la posibilidad que llegué con más gente, por ello cuento con Caleb y Eugenio, quienes están dispuesto a hacer cualquier trabajo, pero ahora, me mantengo detallando a Caleb, al cual noto raro desde ayer, cuando tuvo su última sesión con Daiana y todo se descarriló.

Caleb mantiene una especie de relación amo-sumiso con Eugenio, y es interesante ver como Caleb lo domina, siendo el contrario mucho más prominente que él. Su relación me importa muy poco. Eugenio Gálvez hace lo que Caleb le diga, y Caleb está bajo mi mando.

Llegamos al gran coliseo notando todo en silencio. Me estaciono en la parte central de su estructura quedando bien ubicada. Caleb y Eugenio se bajan para rodear el sitio y se me hace muy extraño notar que no hayan pronunciado palabra alguna en todo el trayecto.

Me estoy por unos minutos y me estremezco al ver un taxi llegar. Se estaciona pero nadie baja. Me tenso, ya que necesito que Daiana no escape.

Ella es la única por lo cual Fabián me entregaría a mi hija, y no pienso dejarla ni un minuto más en manos de ese hombre, luego de saber todo lo que he hecho. Pero ni crea que se la entregaré con vida.

La puerta del taxi se abre y noto que baja una mujer rubia, delgada y alta. La mujer despide al taxi y veo como detalla el coliseo y sus alrededores. A la distancia, veo acercarse a Eugenio con rapidez, notando que la joven esta distraída.

— ¡Mierda! No es ella… —quise gritarle, pero veo como la embiste mandándola al suelo.

Salgo con rapidez de la camioneta yendo en su dirección, colocándome una capucha en el rostro. Lo veo tomarla con brusquedad en lo que tapa su boca y la aprisiona arrastrándola al vehículo.

— ¡Suéltala, imbécil! ¡No es ella! —Grito llegando en su dirección tapando mi rostro con la máscara.

Eugenio se frena detallándome, pero no la suelta. Caleb llega a nuestra dirección, pero no detalla a ninguno. Su mirada está centrada en la mujer que está siendo sujetada por Gálvez.

Caleb intenta acercarse a ella, pero se frena en seco al notar el error.

— ¿Dónde está ella? —Ruge con fiereza detallándonos.

La mujer levanta su cara viéndole el rostro descubierto a Caleb y siento que todo el plan se ha caído en segundos.

La mujer niega en lo que se remueve de los brazos de Gálvez, pero no puede emitir sonido alguno, solo bufidos desesperados.

Caleb se irrita tomándola con brutalidad del nacimiento de su cabello obligándola a mirarlo.

— ¿Dónde, está, Daiana? —Cada palabra le sale en pausa con una calma que me aterra.

— ¡No sé quién mierda es Daiana! —Grita la rubia con el rostro enrojecido—. ¡Suéltame, ahora!

La cara de Caleb se transforma en una mueca de ira irracional y la golpea tan brutalmente en el rostro que la rubia golpea su cara en el pavimento revotando al instante.

Tu Amarga Esencia [Saga Esencia] [Libro •2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora