Tu Amarga Esencia [Saga Esencia] [Libro •2]

Estado crítico.

Holaaaaaa. Este cap va dedicado a la cumpleañera del día de ayer a VanesaMesa459. Disfrútalo, nena.

Espero estén list@s.

Capítulo Final.

Fabián.

Mi adrenalina está al mil por ciento. Mi cerebro trabaja con tanta rapidez que ya puedo imaginar las miles de formas en las que mataré a Caleb al momento de tenerlo en la mira, pero me frena Daiana. No pudo disparar si Daiana está demasiado cerca de él.

Centro la mira en la cabeza del rubio y en la del oficial que apunta más de cerca a ambos. Vuelvo a la cabeza de Caleb y luego apunto a los demás oficiales, y todo lo hago en milésimas de segundos sin sudar. Por mucho que esté aterrado por la vida de Daiana, debo mantenerme con la cabeza fría para poder enfrentar mejor la situación.

Diviso a Caleb moverse muy despacio hasta la humanidad de Daiana en lo que le susurra algo al oído, y en milésimas ya lo estoy apuntando con hostilidad.

— ¡A mí es a quien buscan! —Grita Caleb a los oficiales, avanzando otro paso, haciendo que Daiana retroceda.

— ¡Da otro paso más y le disparo! —Grita el primer oficial y siento su voz temblar junto a sus manos.

Mi ira me rebasa al no verlo detenerse.

— ¡Te voy a matar, hijo de perra, si vuelves a moverte! —Advierto histérico. No pienso dejar que la lastime.

— ¡Sr, no se mueva, o…!

— ¡Ella es mi rehén! —Grita el rubio dando otro paso en lo que sigue empujando a Daiana tras él—. ¡Déjenla…!

— ¡Voy a disparar! —Grita el oficial superior.

Me desestabilizo al instante.

¿La está resguardando? ¿Por qué?

Recuerdo el instante en el que los encontré, y me llega a la cabeza el nombre de León. Daiana se interpuso para que no lastimáramos a León, lo que quiere decir, que la personalidad que ahora tiene control es él.

Debo conseguir que libere a Daiana como sea.

— ¡Ok! ¡Ok! ¡Estoy bajando mi arma! —Aviso soltando la pistola mientras subo ambas manos—. ¡Dejen qué la rehén se aparte!

De reojo noto la cara de idiota que pone Roger, pero baja sus manos junto con la otra agente.

— ¡Bajen todos sus armas y al suelo! —Grita de nuevo el policía que tiene apuntando a Daiana y León, y noto su estado de alteración ante la presión.

¿Por qué mierda siguen aprobando ésta clase de gente que no puede trabajar bajo presión?

Veo a Roger negar en lo que me detalla bajando ambas manos, pero sin soltar el arma y estoy que le disparo por imbecil.

Está arriesgando a Daiana por su egolatria.

Diviso de reojo como León también baja ambas manos pero vuelve a mover a Daiana tras él dejándola un poco más atrás de su costado.

— ¡Dije que no diera otro paso, o…!

Mi sistema entero se sacude al escuchar un disparo y ver a León doblarse por un extremo y es cuando mi vida entera cae en picada a un abismo, ya que los oficiales comienzan a detonar sus armas y todas van dirigidas a Daiana y León.

Mis piernas se mueven por inercia, pero soy derribado por Roger, quien me tumba al suelo con la ráfaga de tiros que pasan por todas direcciones y veo el momento exacto en el que León se gira a Daiana y ambos caen al suelo, pero antes de que León la tocara, ya Daiana estaba cayendo por sí sola, y eso me quiebra.