Menuda vida de porquería.

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¡¡¡ Holaaaaa !!!

Capitulos de infarto y muerte lenta los que tendremos hoy mis niñas.

Por favor, les recuerdo que si les gustan los cap, voten y comenten. Me vuelvo súper ansiosa al no más subirlos y comienzo a releer como una lectora más mientras leo cada cosa que dejan en los comentarios, y empiezo a saltar como loca.

Apiadense de mí. Jajajajajajja

Bien, lo prometido es deuda, este capítulo super loco va dedicado a la chica que me hizo sentir súper bien hace unos días y la cual está comenzando con la lectura en esta app y se está incorporando a la familia Esencia. Este capítulo va para VanesaMesa459. Espero los disfrutes.

Y para l@s demás lecto@s, disfrútenlo igual.

. . .

Abro mis ojos con mucha dificultad sintiendo los parpados pesado. Intento enfocar el farol de luz que esta frente a mí, y mi visión comienza a aclararse. Me remuevo de donde estoy y me quejo.

—Daia, quédate tranquila —la voz de Adrián me hace girar mi cuello en todas direcciones.

Lo enfoco a un costado de donde estoy. Ambos estamos en camillas. Al detallar mejor mi entorno, me fijo que nos encontramos en la enfermería de la clínica.

— ¿Qué pasó? —Indago con la cabeza doliendo.

—Una bomba estalló en el salón de sesiones y nos dejó a ambos inconscientes —confiesa Adrián y mis ojos se abren con espanto.

— ¡Dios mío! ¿Todos están bien?

—Sí. Solo tú y yo resultamos más afectados por golpear nuestras cabezas al vitral. Javier estaba un poco más lejos, así que solo lo golpeo escombros. Lhisemberg recibió gran parte de la explosión por estar más cerca.

— ¿Lhisemberg? —Niego confundida y mis náuseas y mareos vuelven—. ¿Cómo fue que no nos mató esa bomba?

Adrián se levanta con cautela de la camilla.

—Fue una bomba de persuasión. No estaba hecha para dañar sino para distraer. Como una bomba de humo, pero con potencia para hacer bastante escándalo.

— ¿Dónde estaba?

—Debajo de la mesa. Alguien la colocó ahí para activarla cuando fuera el momento.

— ¿Qué pasó con Caleb?

Adrián baja la mirada mientras niega.

—Escapó.

Bufo en confusión y molestia.

Esto es una locura. Helena escapó también. Eso solo demuestra que fue la causante de todo.

— ¿Por qué violaste las reglas y tomaste de la mano a Caleb? —Detallo a mi amigo, el cual me observa con intriga.

—Helena sabía que utilizaría la técnica del bolígrafo siendo golpeado en la mesa, por ello no funcionaba. La utilizó en mi contra. Si seguía así, Caleb nos hubiera matado —Adrián niega pero sin mucha sorpresa—. Nadie veía venir que haría contacto con él, ni la mismísima Helena, ya que era lo que más me aterraba. Ella no dedujo eso, por ello logré enfocar a Caleb y comunicarme, por breves segundos, con León.

—Pero de igual no terminó bien.

—No estamos muertos, que es lo que importa —confieso suspirando.

Tu Amarga Esencia [Saga Esencia] [Libro •2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora