¡Qué comience la fiesta!

254 28 37
                                    

¡¡¡Holaaaaa!!!

¿Cómo están hoy? Espero que bien.


Este capítulo está dedicado a la cumpleañera del día de hoy. Nuestra nena más chica del grupo, a quien cuidamos mucho (que nadie diga lo contrario). Nuestra linda alondra_landin. Feliz cumpleaños presiosa. Disfruta el cap.


. . .

Se llega el viernes 19 de diciembre y estoy arreglándome en el baño que esta fuera de mi habitación. Me maquillo bastante cautelosa pero utilizo maquillaje, algo que antes no hacía.

Salgo del baño y cojo mis cosas. Ya tengo a Carcacha fuera de la casa. Busco todas mis pertenencias y me voy en carrera al carro. Comienzo a encenderlo mientras arreglo todo dentro.

El sonido estrepitoso del motor de un deportivo me alerta haciéndome viajar mi vista al parabrisas. Y ahí, frente a mí, se viene acercando el R8 de Fabián.

Me mantengo muy quieta sin hacer ningún movimiento brusco. El Audi se frena a mi costado izquierdo. El cristal del piloto baja dejándome ver a Fabián, el cual se retira sus gafas con velocidad mientras me encara.

— ¿A dónde se supone que vas? —Indaga y yo me quedo congelada.

¿Y esa pregunta a que va?

—A trabajar —suelto con bastante obviedad.

Lo veo negar mientras se reclina en el respaldar y… la silueta de Valentina me desencaja.

¡Está ahí con él!

—Necesito que hablemos…

—Estoy muy ocupada —escupo soltando el embriague pausadamente—. Cuando termine, hablamos.

—No, escúchame…

No dejo que termine cuando ya me he colocado en marcha. Salgo de la calle escuchando como acelera buscando espacio para dar una vuelta en U.

¡Es un cínico!

De por sí ya no estaba tolerando a esa mujer, en estos momentos siento que si la tengo en frente, le voy a dejar sin cara de los golpes que le puedo dar.

Valentina ni se molestó en mirarme, pero no me importa. Ahora solo quiero cumplir con lo del día.

Manejo por las calles de la ciudad desviándome un poco para buscar a Adrián, quien me espera en el sitio de siempre. Él aborda y extrañamente lo noto muy callado. Me pongo en marcha rumbo a la clínica concentrada en muchas cosas.

Al bajar de Carcacha, aún sigo notando lo circunspecto que se encuentra mi amigo, por lo cual lo abordo mientras vamos caminando por el estacionamiento.

— ¿Sabías que Javier está en un caso donde el paciente fue sometido a Condicionamiento Clásico?

—Gamboa, lo sé. También sé que es un caso complicado.

— ¿Cómo lo supiste?

—Él me pidió ayuda con eso, pero lo rechacé.

— ¿Por qué?

—Porque, puede que contigo sea respetuoso, pero conmigo nunca pasa un segundo cuando ya quiere empotrarme en cualquier lugar.

— ¡Que rico! ¿Y cuál es el problema?

—Quieta, Victoria —comienza a reír y yo lo acompaño—. El problema es su argumento que nos mantengamos a distancia y todo en silencio. Siento como si me ocultara por vergüenza de que lo vean conmigo.

Tu Amarga Esencia [Saga Esencia] [Libro •2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora