Tu Amarga Esencia [Saga Esencia] [Libro •2]

No es ella. Lo sé.

Hola chicas.

Para este cap pido disculpas. No habrá dedicatoria primero que nada.

Espero estén preparadas.

Les deseo feliz lectura.

. . .

Diviso el cielo azul con pocas nubes danzando en aquel firmamento diurno. Escucho risas de niños a la distancia junto con infinidades de sonidos de canarios y pajaritos. La imagen del cielo despejado es tan nítida que me siento tan tranquila. Es de día, pero no hay sol que me dañe la vista al mirar al cielo. Es como si estuviera oculto para no lastimarme.

Veo pasar una percha de Mariposas Monarcas, y al contarlas, puedo divisar que son cuatro el racimo.

Una risa familiar se cuela por mi oído y mi corazón se oprime con la emoción que lo invade.

A mi campo visual se cuela el rostro con mejillas rozagantes y labios entreabiertos en una risa de carcajadas que me encanta oír y me alegra. Su cabellera dorada se esparrama por su costados sintiendo el rose de mechones suaves que me generan cosquillas.

— ¡Oye, dormilona! Levántate para que me acompañes —demanda en risas Victoria mientras aleja su rostro de mi visión.

— ¡Vicky! No te vayas —logro pronunciar muy despacio.

Con mucha dificultad, logro sentarme, pero mi cuerpo se siente rígido, duro, pesado. La logro detallar avanzando lejos de mí y me desespero.

—No te vayas. Por favor, no te alejes —suplico con mi voz quedada.

Mi amiga se gira y detallo aquel hermoso vestido que se me hace familiar pero que no logro recordar.

— ¡Vamos! Ven conmigo. Estamos cerca. Levántate, perezosa —se burla volviéndose a girar emprendiendo su marcha.

Mi respiración se agita ya que no puedo moverme. No puedo hacer nada, ni siquiera hablar y me siento mal. Quiero gritar que no se aleje. Que se quede conmigo, pero no sale nada.

Mis lágrimas bajan y comienzo a sollozar…

Me centro en mi entorno y me fijo que el sol está casi en todo lo alto mientras el día se cuela en mi habitación.

Estaba soñando y era con ella…

Me levanto de golpe buscando mi móvil. No hay mensajes ni llamadas, así que me coloco a llamar a todos, pero no contestan.

Salgo de la habitación algo desorientada y encuentro a mi mamá en la cocina preparando almuerzo. Son casi las 12 del mediodía.

— ¿Te han llamado? —Pregunto haciendo que mi madre se gire—. ¿Han informado algo? ¿Ya apareció?

Hace una mueca fina con sus labios en lo que baja la mirada y niega. Mis latidos se precipitan y ya quiero salir corriendo.

—Aun no hay noticias, pero ya la orden de búsqueda la dieron y comenzaron esta mañana.

Me quedo estática detallándola.

— ¿Cómo hicieron eso? Las 72 horas no se han cumplido.

—No tengo idea, solo sé que a primera hora estaban dando la orden de búsqueda De Victoria Nazaret Villavicencio, y ahora la tienen en las noticias.

Me giro pasándole por un lado a mi hermano, quien se gira para saludarme pero estoy en modo automático. Llego a mi habitación tratando de comunicarme con Andrea o Chull, pero no contestan.