Hola mis niñas...!
Lamento la tardanza pero estuve de vacaciones y debía descansar un poco.Espero disfruten mucho el cap.
Le recuerdo, por favor, votar si les gusta el cap y comentar con confianza. Somos una familia y amo leerlas.
Beso 😘 disfruten.
Daiana.
Estamos a jueves y todo pinta a que Caleb no vendrá a la sesión de mañana, ya que no hemos recibido confirmación de su parte.
El martes se hizo la sesión de Eugenio Gálvez y todo resultó extrañamente normal.
¿Por qué extraño?
Este hombre pidió hacer la sesión y hablar solo conmigo y no con la Dra. Valenzuela, a quien había preferido ante cualquiera de nosotros. Pero lo inquietante fue notar lo poco interesado que estaba en hacerlo. Demostraba con su semblante estar renuente en hablar conmigo, pero lo hacía por mera obligación, y pude notarlo con sus expresiones corporales al mirarme y detallar a la Dra. Helena en otra esquina, sin interferir.
Es pasado de medio día y me encuentro en la oficina descansando en el escritorio con el torso recostado en la mesa y con los brazos por encima de mi cabeza, mientras me encuentro sentada.
Tengo mucho sueño, y luego de haber comido hasta quedar súper llena, siento que el sueño me gana.
Cierro los ojos mientras bostezo por enésima vez y siento dormir…
Tocan a la puerta y mis ojos se abren del susto. No estoy esperando a nadie, ya que Adrián me dijo que llegaría en media hora.
Levanto mi cabeza al escuchar de nuevo el resonar de la puerta.
— ¡Adelante! —Me incorporo en el asiento acomodando mi camisa junto con mi cabello.
Me quedo en jaque al ver a Javier ingresar cerrando la puerta tras de él.
—Vine para informarte que Caleb acaba de confirmar su asistencia para mañana —confiesa en lo que avanza y se coloca frente a mi escritorio.
¡Vaya!
Entonces lo podré ver.
Es increíble, pero su caso me inquieta mucho.
—Eso es una muy buena noticia —hablo con mucha sinceridad—. Comenzaré a preparar todo para mañana junto con la Dra…
—Valenzuela no ingresará a la sesión —se cruza de brazos—. Vas a estar sola en esto, así que, busca la manera de solucionar los problemas sin tener a nadie a tu lada que resuelva por ti.
Asiento con algo de preocupación, pero sin dejárselo ver.
—Entiendo —finalizo con una sonrisa tranquila—. Gracias por informarme, pero no había necesidad de venir a mi oficina. Pudo enviar un correo o llamar.
Inhala con pesadez para luego dejar salir todo de los pulmones con estruendo.
Es un hombre grande, pero su mera presencia me causa fastidio y repulsión luego de lo que le dijo a mi amigo.
—También estoy acá… tratando de buscar… —gira sus ojos a un costado mientras niega—. Tratando de… no sé cómo…
Niega nuevamente y se gira para marcharse.
Cierro mis ojos en molestia.
—Eres un completo idiota, y lo sabes —se detiene antes de abrir la puerta—. Aun no entiendo cómo carrizo lograste pasar el examen psicológico para aprobarte el título, pero es obvio que ésta no es tu vocación, aun así, considero que eres bueno en lo que haces —se gira y sus ojos verdes, enmarcado en ese bosque espeso de cejas negras, me fulminan—. Lo que no me entra en la cabeza es, ¿c,ómo es posible que puedas lastimar a alguien tan puro y sincero como lo es Adrián?
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Tu Amarga Esencia [Saga Esencia] [Libro •2]
RomanceDaiana Cárdenas es ahora una psicóloga certificada. Se ha graduado con honores de la universidad y ha encontrado trabajo en una prestigiosa clínica experimental. Su vida, a un año de la separación rotunda y forzada con Fabián Aristiguieta, se ha vue...