Tu Amarga Esencia [Saga Esencia] [Libro •2]

Unir fuerzas.

Cap dedicado a Isa9318 espero disfrutes tu cap. Y gracias por tus comentarios. Besos

Fabián.

Desde que volví de su departamento, parezco estar en una nube de la que no puedo, ni quiero bajarme.

Voy a ser papá.

Daiana y yo seremos padres.

Me ha costado creerlo, pero la emoción me hizo saber que sí.

Estoy en la oficina redactando varios documentos con una sonrisa de oreja a oreja que no quiere desaparecer, y no quiero que desaparezca. Es una sensación increíble y demasiado cálida, que no puedo parar de sonreír. Ya uno de los vendedores se alejó despavorido al verme, y creo que es porque luzco aterrador, pero ni con eso dejo de sonreír.

El teléfono de la oficina suena y lo cojo.

—Dime… — ¿Cuál era su nombre?

—Daysi, sr, y le llamó para notificarle que hay una señorita que necesita hablar con usted. Se llama Andrea Mora.

¿Andrea?

—Hazla pasar —demando.

En cuestión de instantes, veo ingresar a la pelirroja con ropa ligera y un semblante de preocupación, pero cambia radicalmente a una de espanto al ver mi sonrisa.

— ¡Qué aterrador te ves, hombre! ¿Qué te pasa?

Me levanto con ánimo y me voy directo a ella viendo cómo se encoge de hombro mirándome con susto. Levanto mis brazos y al llegar a ella, la estrecho tan fuerte que Andrea gimotea totalmente, hecha piedra.

—Voy a ser papá —musito con la emoción apoderándose de mí al decírselo por primera vez a alguien—. Daiana tendrá a mi hijo, Andrea. Voy a ser papá.

La escucho reírse y rodearme con sus brazos. Ahora estoy tan feliz que podría ir por toda la calle repartiendo abrazos a diestra y siniestra sin importarme nada.

Nos separamos y la veo llorar a moco suelto de la emoción y yo solo la consuelo colocándole la palma en su hombro.

—Estoy muy feliz de que lo sepas —se endereza sonriendo.

— ¿Tú ya lo sabias?

—Ammm… bueno, sí, pero…

En otro oportunidad, eso me hubiera molestado mucho, pero estoy tan feliz que no me importa.

—Vale, tranquila. Imaginé que sabían todos, pero no hay problema, ahora solo estoy… feliz —Andrea arruga su entrecejo detallándome aturdida. Le pido que avance a los sofás y ella se sienta sin quitarme la mirada de confusión—. ¿Quieres tomar algo, o comer? ¿Qué antojos has tenido? ¿Serán los mismos que le den a Daiana?

Su expresión de asombro se borra dejando una relajada con una sonrisa amena.

—Cada mujer embarazada es distinta. Los antojos de Daiana puede que no sean los mismos que los míos, o los de Chull. Lo único en común es que las tres tenemos un bebé dentro, que va creciendo con el paso de las semanas y que pronto nacerá.

Al escuchar aquello, no puedo evitar imaginar a Daiana con algunos meses de embarazo y con su vientre ligeramente abultado dejando ver su avance.

— ¿A los cuantos meses comienza a crecerle la pansa?

La veo soltar una risa en burla muy sutil.

—La pansa va creciendo milímetro a milímetro cada día.