Las estelas de luz reflejadas en el agua danzaban con fuerza ante el reflejo de la dulce niña. Su pequeño cuerpo se movía con tanta delicadeza y torpeza, era como si el viento se pusiera de acuerdo con el sol para hacerla brillar con tanta potencia y suavidad mientras daba sus primeros pasos cerca de la orilla del mar.
Detrás de ella, su madre la miraba con orgullo y nostalgia.
Su pequeño arcoiris comenzaba a crecer.
Dando un traspié, cayó sentada y mojo el trajecito de festejo que su madre con tanto empeño le elaboro como simbolo de su descendencia.
No lloró, ella nunca lo hacía. Solo reía, hasta en los momentos menos oportunos. Sin tanto apuro comenzó a gatear hacía su madre que la esperaba con una enorme sonrisa.
—Es tan hermosa y adorable —reconoció una voz a su lado.
—Lo es —pavonea, tomando a su hija en brazos.
—Tierna niña —susurro con nostalgia y dolor—, con un destino tan dramático y trágico.
—Mamá —balbucea—. Por favor, ya hablamos de esto.
—Mi pequeña flor de loto —dijo la diosa—. Normalmente, estás historias son mis favoritas. —Acarició los rizos de la pequeña—. La debilidad de un dios, el amor de un héroe y la fortaleza de un astro. Será especial. Ella ES especial.
—No. El destino no está del todo escrito —sostiene la semidiosa mayor—. Aún se puede cambiar.
—Tú mejor que nadie sabe que eso es mentira. Las moiras ya lo escribieron e intentar cambiarlo resultaría aún peor.
Eso lo tenía más que claro.
Aunque también protegería a su hija. Daria su propia vida por protegerla. Ella no se le iría.
—Hazme un favor —pide—. Promete, que cuando llegue el momento cuidarás de ella. La acogeras bajo tu protección. Ese es mi deseo, madre.
—Deja lo que estás pensando, es una locura. Lo único que harás es condenarte y condenarla.
—Es lo necesario —explicó—. Si no lo hago, la perseguirán hasta la matarla, como ya antes lo hicieron.
—Hay más opciones, Eva, no es necesario está locura. Se van a perder y ella lo va a sufrir —vuelve a intentar convencerla de desertar—. Y en eso no voy a poder intervenir.
Sin embargo, ya había tomado una desición. Dejaría a su hija con Brunet, su amiga, quién se encargaría de la pequeña siendo financiada por una cuenta de ahorros que dejó en el banco.
Y ella, ella se sacrificaría por el bienestar de su hija. Era la última acción de heroísmo que haría la gran Eva Monroe, semidiosa hija del amor y de un emigrante peruano.
Ante ustedes.. la madre de Mayven. Eva Monroe hija de Afrodita y Patricio Monroe.
Así es como me imagino que sería el árbol genealógico de los Monroe:
Y si, Hades y Eva antes de tener a Mayven tuvieron un romance, donde engendraron a su primer bebé que lamentablemente Eva perdió a causa de unos lestrigones y dracaenas que la persiguieron y decidieron vengarse de Hades,la historia de amor de estos dos fue muy conocida, ya que era la primera semidiosa que logró derretir el corazón de hielo del dios (a parte de Perséfone). En resumen cuando esto paso ella cayó en una depresión horrible y no podía hacer frente a los ataques de los monstruos y los constantes problemas que la reina del inframundo le ponía, Hades la llevo a una casona antigua, protegida y oculta de su mundo y el mundo mortal donde pasaron años en los que él cuido de ella sin descuidar ni ausentarse de su reino. Y bueno paso lo que pasó y Mayven Monroe inicio su existencia. Aunque no todo es color de rosa, no en el mundo de los semidioses y eso ustedes ya lo saben.
Como dato curioso: Afrodita si sabía dónde se encontraban. (。•̀ᴗ-)✧
Ahora sí..
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Daughter of Shadows || PJO
Fanfiction¿Qué pasaría si un día descubrieras que, en realidad, eres hijo de un dios griego que debe cumplir una misión secreta? Eso es lo que le sucede a Mayven Monroe, que a partir de ese momento se dispone a vivir los acontecimientos más emocionantes de su...