Cuando entre Alva, mi nana me observa de forma intrigada mientras alzaba una de sus cejas de forma interrogatorio.
—Hola, nana.
—Mi niña Alana. Te veo muy feliz—me aseguro mientras me miraba.
—Fue una buena noche—le dije mientras salía rápido hacia mi cuarto.
Cuando cerré la puerta terminé por sacar mi teléfono y prenderlo, para encontrar un sinfín de llamadas de Tobías y Sofía. Lo había puesto en silencio para evitar sus llamadas, pues no quería que Nick lo escuchara. El teléfono se alumbró con una llamada de Sofía, así que conteste.
—Hola—dije indecisa.
—Hasta que contestas—me respondió con reclamo Sofía y después se quedó en silencio.
—¿Dónde demonios está? —me grito con reclamo Tobías.
—En mi casa—le dije suave.
—Mira estúpida, la estoy buscando hace una hora—me aseguro con molestia. Era increíble que después de que estuve 3 horas con Nick se diera cuenta hace una hora.
—Me encontré con un amigo que me trajo a casa—le aseguré.
—Bien estúpida, por lo menos y no tengo que llevarla a casa—aseguro.
—Adiós—terminé colgando deprisa, pues no quería seguir escuchándolo.
Me terminé por quitar la ropa sucia y me di un baño para después ponerme el pijama y acostarme a dormir de forma tranquila. Cuando desperté me preparé para ir al instituto, solo que esta vez lo hacía más animada que las otras veces. Cuando bajé mis papás estaban desayunando, así que me senté con ellos. Desde el incidente de la comida, mamá había estado más pendiente de que comiera.
—Alva, me dijo que anoche llegaste con una sonrisa—menciono mi papá, viéndome con una sonrisa.
—Es que me divertí—le aseguré y mi mamá vio con felicidad.
—Qué bueno que Tobías te invito a salir—menciono ella con felicidad.
—Sí—le dije en tono suave. Aunque si fuera por Tobías me habría dejado sola en ese lugar por más de dos horas.
—¿Comiste algo? —me pregunto preocupada.
—Si lo hice—le aseguré, recordando la rica ensalada cesar que me había probado.
—Es un buen muchacho—menciono mamá y yo solos seguí comiendo en completo silencio.
Terminé de desayunar y me despedí de mis padres, para después salir y subirme al carro de Tobías. Como las otras veces termino por recoger a Sofía y des, pues siguió hasta el colegio.
—Hoy no te recojo, estúpida. Camina y coge el autobús. Con eso aprendes a no irte cuando te de una maldita orden de que te quedes en un lugar—me dijo con rabia.
—Bien—le dije mientras acomodaba mi bolso.
—Y ni se te ocurra volver a colgarme. No eres tan importante como para hacer ese tipo de cosas y pensar que no hay consecuencias—menciono mientras me tomo con fuerza del brazo realizándome presión.
—Me lastimas—le dije con un hilo de voz.
—Me tienes cansado, Alana. Te debiste morir para evitar que nos siguiéramos aburriendo con tu presencia—me dijo haciendo más presión y unas lágrimas se me escapaban.
Cuando Tobías me soltó termine por salir corriendo del auto y dirigirme directo hacia el salón. Camine lo más rápido que puede y con la mirada agachada hasta que llegue a la clase.
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6.El Alfa Implacable
WerewolfNick Manrique Walsh, es el menor de sus seis hermanos. Alguien dulce, amigable, sociable y con un gran atractivo físico, que lo cataloga como el hombre perfecto. Bueno eso es lo que piensan todas las chicas del instituto o cualquiera que lo conozca...