6.El Alfa Implacable

Epilogo 2 La dolorosa despedida

Llegamos al final de esta maratón 

Finalizamos la segunda parte del libro

Según la votación en Instagram. Continuaremos con la historia de Liam "El alfa feroz" y empezare a actualizar la tercera parte del Alfa Implacable cuando este en el mismo punto que la del Alfa Feroz.

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Alana

45 días después de iniciar con mi tratamiento Anti-Cáncer mi cuerpo se empezaba a sentir mejor y mis ánimos habían mejorado. Parresia que todo estaba saliendo muy bien y la combinación de potentes adaptógenos, antioxidantes y hierbas anticancerígenas estaban generando efecto y estaban destruyendo las células cancerosas y restauran las defensas naturales del cuerpo.

—Ya estoy bien — le dije al doctor con alegría después de que termino de revisar mis últimos exámenes.

—Lo siento, Alana — menciono con preocupación.

Mi mamá terminó por acercarse a mí y acogerme en sus brazos mientras esperaba las noticias que podía acabar con mi mundo.

—¿Qué paso? — le dije preocupad.

—Hizo metástasis — me dijo con tristeza.

—No — le dije rompiendo en llanto.

—Es lamentable — me dijo con nostalgia.

—Yo — le dije sin poder seguir hablando, pues seguía llorando sin consuelo.

—Saldremos de esta — me aseguro mi mamá.

—Vamos a realizar una cirugía riesgosa, realizaremos una Gastrectomía. Cortaremos parte del estómago y del hígado — me dijo el doctor con seguridad.

—Funcionará — me dijo mi papá con optimismo.

—Bien — le dijo mi mamá mientras me seguía consolando.

El doctor siguió evaluando mi caso y días antes de la cirugía me explico todo el procedimiento. Era riesgoso y las probabilidades de que muriera en la sala del quirófano eran altas, pero mis papás querían agotar todo recurso y posibilidad.

—Tendremos que inducirte en coma — m e aseguro el doctor.

—Estaré dormida — le dije con nostalgia.

—Así es — me aseguro.

—¿Hasta cuándo? — le dije con preocupación.

—Todo depende de tu cuerpo, pueden ser días, meses o incluso años — me aseguro y yo solo negué con melancolía.

—Está bien — le dije mientras terminaba por aceptar mi horrible destino.

Somos tan descuidados con nuestro cuerpo que no nos damos cuenta lo frágil y vulnerable que puede ser, con un error lo podemos terminar deteriorando y darle vía de acceso a enfermedades que nos pueden terminar matando.

—Creo que es tiempo de que Nick sepa la verdad — me dijo mi mamá cuando el doctor se fue.

—No se lo diré — le aseguré con determinación.

Había tomado mi decisión después de que me aseguraron de que no sabía por cuanto tiempo estaría en coma.

—¿Entonces? — me dijo mi mamá sin entenderme.

—Cortaré con él — le aseguré con decisión. No podía titubear en esta.

—Alana — me dijo mi mamá preocupada.