Capítulo 1.12 Tú solo pide y yo consigo

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El sábado paso muy rápido. Me dediqué a organizar mi cuarto y a revelar algunas fotos que tenía del hospital. Tendría que salir más, pues la mayoría de fotos solo las tenía del hospital. Pero primero tendría que ver qué lugares quería fotografiar.

En la hora de la cena, como siempre, nos encontrábamos mis papás y yo comiendo. Pues mis demás hermanos tenían sus ocupaciones. Después solo nos acomodamos en la sala mientras mis papás veían las noticias y yo empezaba a seleccionar mis mejores fotos del hospital. Todo iba bien y creí que sería una noche tranquila, hasta que Tobías llego y saludo con su típica sonrisa falsa.

—Buenas noches—termino por saludarnos.

—Buenas noches—le respondieron mis papás en tono cordial.

—¿Qué te trae por aquí, tan tarde? —le pregunto mi mamá.

—Quisiera solicitarle permiso, para que Alana pueda salir esta noche conmigo. Papá consiguió entradas para la nueva discoteca exclusiva de la ciudad.

—No creo que sea buena idea que salga tan tarde – menciono mi papá con preocupación.

—Jarol. Alana es joven y supongo que ya es tiempo de que asimilemos, que debe salir—le dijo mamá con tono cordial.

—Tienes razón. A veces olvido que ya no es una niña—menciono papá con melancolía.

—Puedes ir cariño—me dijo mi papá—¿A qué horas piensa regresar?

—Creo que a las 4 o 6 —menciono Tobías.

—Bien—aseguro papá.

—Ella debe comer algo, no puede tener un ayuno tan prolongado, más si va a trasnochar.

—Por supuesto—aseguro Tobías

—Ve y te alistas cariño. Puedes utilizar uno de los vestidos que te dio la mujer, esa que tiene tu hermano. Todo se dirá de ella, pero buen gusto si tiene—aseguro mi mamá.

No quería llevarle la contraria a mis papás, así que termine por subir y sacar todos los vestidos que me había traído mi cuñada.

La novia de mi hermano era adorable. Solo que según mamá era muy ruidosa y le encantaba llamar la atención. Lo que significaba para mamá que se salía de su etiqueta y glamur, pero en realidad es que ella era muy divertida.

Como decía mamá Samanta tenía buen gusto, por lo que termine eligiendo un sencillo vestido color beis corto, que se ajustaba a mi cuerpo de forma perfecta. Los hombros me quedaban descubiertos, pues las tiras gruesas caían de forma sutil por mis brazos. Termine por realizarme una media cola en mi cabello que dejaba mechones sueltos. Utilice medias veladas color piel y unos zapatos de punta y de tacón corto y del mismo tono del vestido. Tome mi abrigo de color marfil oscuro, otro de los regalos de Samanta junto con un pequeño bolso.

Cuando salí mis papás se despidieron de mí y me solicitaron que ante cualquier cosa llamara. Aunque el falso de Tobías les aseguro que iba a estar pendiente de mí toda la noche. Yo aproveché y llevé mi pequeña cámara para realizar fotos, pues de seguro me aburriría escuchando Tobías y sus amigos hablar estupideces.

Como siempre terminamos por recoger a Sofía, quien tenía un sexi vestido rojo que se le pegaba a su figura y la hacía ver sensual. Acompañado a eso, tenía unas botas negras largas y uno de los abrigos negros que mi mamá le había regalado. Como siempre terminaron por realizar sus típicos manoseos en el carro y después terminamos por ir rumba a la discoteca que se encontraba cerca de la plaza Medborgarplatsen.

Yo terminé por seguirlos, mientras Sofía y Tobías iban adelante, tomados de las manos y muy animados. Cuando llegamos a la entrada los amigos de Tobías ya estaban realizando la fila, así que solo me ubique en un costado esperando que la fila avanzara.

6.El Alfa ImplacableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora