Capítulo 2.16 Alana enferma

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Capitulo largo, espero que lo disfruten

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Nick

No comprendía el interés de Arman en Alana, pero me molestaba. La cuidaba y protegía. No entendía por qué lo hacía, ese papel era solo mío. Trate de disimular mi molestia, así que no mencione palabra en el tiempo que estuvimos en spa.

Por suerte me había asegurado de cancelar su terapia de masajes. No accedería a que nadie la tocara. Ese privilegio era solo mío y no permitiría que ningún maldito aprovechado la manoseara. Después de que terminaron todo lo que teníamos planeado terminamos por ir a comer. Donde solo Arman les siguió la conversación a las chicas, Liam y yo permanecimos en silencio.

—¿Qué mierdas les pasa a los dos? — nos preguntó Arman por medio de nuestro enlace.

—Me emputa ser niñero — menciono Liam con amargura.

—Nadie se lo pidió — le dijo Arman con burla.

—Lo hago por caridad — le aseguro con enojo.

—¿Y a ti? — me pregunto de manera curiosa.

—No me gusta su cercanía con Alana — le aseguré con celos.

—Es como mi hermanita — me dijo divertido.

—Te juro Arman, que si te acercas más de la cuenta te romperé la cara — lo amenace y eso solo lo divirtió más.

—Tranquilo, que me gusta mi cara — me afirmo con felicidad, para después cortar nuestra comunicación.

Arman y Liam terminaron por irse a una fiesta, mientras que nosotros terminamos por volver al hotel. Abby se despidió en su piso y nosotros solo seguimos hasta nuestra habitación. Alana terminó por encerrarse en el baño y yo solo me cambié para ponerme cómodo en la cama. Alana salió con su pijama y se acercó con cautela a la cama.

—Estás muy serio — me dijo cuando se acostó en la cama y me abrazo.

Permanecí en silencio y ella dejó suaves caricias en su pecho, esperando mi respuesta, me encantaba que hiciera eso, siempre lograba calmarme, así que solo suspire y la estruje en mis brazos queriendo que permaneciera conmigo para siempre, sin que nadie me la pudiera quitar.

—Me dio un poco de celos con mi hermano — le dije pensativo.

—Pero él dijo que lo hace como si yo fuera su hermanita — me dijo en tono suave para después acomodarse mejor y mirarme con determinación.

Me encantaban sus ojos, siempre me cautivaban. Porque solo esos ojos y ese tierno rostro lograban calmarme. Alana era mi tranquilidad y seguridad, así que me aterraba que me la arrebataran.

—Pero no lo son — le dije mirándola.

—Talvez biológicamente no, pero sí lo somos en sentimientos. Además, yo solo te amo a ti — me dijo en ese tono dulce e inocente que me encantaba, mientras se subía sobre mí y dejaba suaves besos en mi rostro, eso me relajo.

—Qué suerte, porque no me importa pelearme con mis hermanos por ti — le asegure mientras me acomodaba y la tomaba en mis brazos para besarla con urgencia.

Mi lado celoso y posesivo solo salía con Alana, ella era la única que conseguía que actuara de forma irracional. El cansancio terminó por vencernos y Alana fue la primera en dormirse, yo solo la abracé mientras me tranquilizaba con su olor.

El calor y sudor de Alana termino por despertarme. Ella estaba empapada en sudor y su cuerpo se sentía como una olla hirviendo, me preocupe por lo que termine por despertarla de forma suave.

6.El Alfa ImplacableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora