6.El Alfa Implacable

Capítulo 1.23 Cena familiar

Este capitulo esta muy largo, pero es que me inspire. No lo quise dividir porque no quería que se perdieran detalle de la cena familiar.

Que lo disfruten.

Nick

Cuando llegue a la casa mami Rous me estaba esperando con una gran sonrisa. Ella de verdad estaba muy feliz de que hubiera encontrado a mi compañera

—Hola, mi niño. ¿Cómo te fue? — me pregunto con emoción.

—Bien, mami Rous. Los papás de Alana están de acuerdo en la cena de mañana.

—¿Y qué dice ella? — me pregunto de forma seria.

Para mami Rous era muy importante la opinión de mi compañera. Estaba de acuerdo con mi decisión de llevar las cosas con calma sobre decirle que era un lobo. Ella quería que Alana se sintiera segura y tranquila conmigo, para poder revelarle mis orígenes. Santiago, por otro lado, se encontraba molesto de que ocultara mi naturaleza.

—Tiene miedo — le dije de forma intranquila.

—¿Por qué? — me pregunto con preocupación.

—Cree que no les va a agradar — le dije de forma intranquila. No quería presionarla o que se sintiera incómoda.

—Pero si tú dices que es adorable — me aseguro ella con una sonrisa.

—Loes, mami Rous. Solo que no sé quién me la lastimo, que a ella le cuesta mucho socializar y sentirse cómoda — le dije de forma preocupada.

Esperaba que no fueran sus papás. Porque, aunque los señores me caían bien, no me iba a controlar si me enteraba de que había sido ellos. Les arrebataría a Alan para siempre y los mantendría alejados donde descubriera que ellos me la habían lastimado.

Aunque creía que los responsables serían más su antiguo colegio. A ella no le gustaba hablar de ese lugar y se incomodaba si se le preguntaba algo.

—Te prometo que la haremos sentir segura — me aseguro ella con determinación.

—Gracias. Podría hablar con Santiago para que no sea tosco. No quiero que ella se sienta incómoda — le solicite con determinación y ella asintió de forma tranquila.

—No te preocupes que de tu hermano me encargo yo — me aseguro con naturalidad.

Amaba a mi hermano, pero no toleraría que hiciera sentir mal a Alana. Su bienestar y felicidad era fundamental. Así que por eso le solicite a mami Rous que hablara con él. Ella era la única que podía controlar a la bestia que habitaba en Santiago.

Hable con Alan la mayoría del día donde nos enviamos textos y muchos emojis. Ya se encontraba más tranquila y estaba muy feliz con la elección de su vestido. Me lo quería mostrar, pero le dije que lo mejor era verla en directo.

Así que cuando la hora de la cena llego, termine por vestirme con un traje a la medida color negro con una camisa gris. Cuando estuve listo me puse mi Rolex y aplique mi colonia.

Baje las escaleras y Santiago junto a mami Rous me estaban esperando. Así que terminamos por irnos en el carro de Santiago.

—Santi, recuerda lo que te pedí anoche — le dijo mami Rous mientras se arreglaba su labial.

—Que te diera más duro — le aseguro mi hermano de forma traviesa mientras miraba la carretera.

—¡¡Santi!! — lo reprendió mami Rous mirándolo de forma sonrojada.

—Pero fue lo que me dijiste, ángel — le dijo tratando de manejar un tono inocente y Rous solo rodó los ojos.

—Antes de eso — le dijo ella de forma seria.