Capítulo 1.30 ¿Estas de coqueta?

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Perdón la demora. Pero el trabajo me tiene loca. 

Me toca correr de un lado para otro. 

Pero aquí esta el capitulo. Espero que les guste.

Me sentía cómoda y con calor, así que me removí de forma suave y unos fuertes brazos me tenían sujetada, mientras que Nick se encontraba con su cabeza recostada en mi cuello. Sonrió y me di de forma suave la vuelta para observarlo y poder acariciar de forma suave su rostro.

Nick era la representación de una deidad. Él se encontraba tan relajado mientras me tenía segura en sus brazos, era como si siempre hubiera pertenecido a este lugar. Nunca había dormido con alguien, pero hacerlo con él me había encantado.

—Buenos días — le dije suave cuando vi que se empezó a mover de forma suave.

—Hola, dulzura — me respondió mientras se acomodaba mirando al techo —. Creo que ha sido el mejor sueño de mi vida — me aseguro con una sonrisa mientras me atraía a su pecho.

—El mío también — le aseguré dejando un suave beso en su pecho.

—Podría acostumbrarme a dormir contigo — me aseguro divertido.

—Yo también podría acostumbrarme — le aseguré con una sonrisa.

—¿Qué horas son? — me pregunto con preocupación.

—Es temprano. Mis padres duermen hasta tarde — le asegure. Pues desde la enfermedad de mi papá tuvieron que mejorar sus jornadas de sueño.

—Entonces podemos hacer pereza un rato — me aseguro feliz.

—Podemos — le dije feliz.

Terminamos por acostarnos un rato, contemplándonos y pregúntanos cosas tribales. Cuando el sol se asomó de forma suave por la ventana. Nick terminó por ponerse de pie para ponerse su ropa y yo seguí acostada en la cama mientras lo contemplaba. Ese cuerpo era toda una tentación, se notaba el ejercicio y su buena alimentación.

Algo llamo su atención y Nick termino por acercarse a mi escritorio donde un estante de rejillas con forma de corazón de color rosado bronce, que era donde pegaba las fotos que más me gustaban.

—Son mis fotos — le dije cuando vi que las detallo.

—Me siento traicionado. Yo tomé la foto de nuestro primer beso y solo tú la tienes — me dijo mientras tocaba de forma suave la foto con sus dedos.

—¿Quieres una? — le pregunté con felicidad.

—La quiero — me dije feliz.

—Cuando la revele te la doy — le asegure mientras seguía acostada en la cama.

Nick me sonrió y después se aproximó hasta la cama para dejarme un suave beso en los labios y posteriormente despedirse de mí.

—Adiós, dulzura, hoy no puedo visitarte — me aseguro mientras se aproximaba al balcón.

—¿Por qué? — le pregunte, para saber su ausencia.

—Tengo una reunión con mis hermanos. Ni Tyler, ni Damien van a estar, así que el trabajo será más largo — me aseguro — Te quiero — me dijo despidiéndose de mí y después saliendo por el balcón.

Seguí acostada hasta que mi mamá llego para que me alistara, quería que la acompañara todo el día a la clínica. No era amante de las clínicas, pero cuando menciono los exámenes de rutina termine por alistarme con un vestido rosa de tiras con unos tenis blancos.

6.El Alfa ImplacableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora