Cuando desperté me encontraba con unas horribles ojeras que traté de cubrir un poco. Las palabras de Tobías me habían desconcertado y no había podido conciliar el sueño en la mayoría de la noche. Solo en la madrugada lo logré hacer.
Termine por alistarme y después acompañe a mis papás en el desayuno. Cuando salí creí que tendría que esperar a Nick, pero él se encontraba recargado en su auto mientras me esperaba con una caja en la mano.
—Buenos días, dulzura — me dijo de manera feliz y con una sonrisa que me contagio.
—Buenos días — le dije con una sonrisa acercándome a él, por lo que termino por rodearme con sus brazos.
—Quiero besarte, pero sé que no es adecuado cuando tu mamá está mirando por la ventana — menciono de forma suave mientras me veía.
—¿Mi mamá?
—Tu mamá y tu nana.
—No — le dije con mucha vergüenza mientras escondía mi rostro en su pecho.
—Vamos — menciono en tono divertido.
—Si — le dije mientras seguía al carro, pero Nick me entrego la cajita. La cual en su interior tenía un Muffins
—Gracias
—Me dijeron que era libre de gluten — me aseguro — pero igual lo pedí de avena y banano.
Nick era tan detallista que se había dado cuenta de que era muy cuidadosa con mi alimentación. Termino por abrirme la puerta y después se fue a su puesto donde emprendimos camino hacia el colegio.
—¿Cómo te termino de ir ayer? — pregunto después de un largo y escalofriante silencio.
—Bien — le dije suave mientras jugaba con la caja del muffin en mis manos.
—¿Paso algo? Estás más callada de lo normal — me pregunto con intriga.
—No es que... — le dije sin saber cómo decirle todas las dudas y malas palabras de Tobías había instalado en mi cabeza.
—Dime, dulzura — me pido en tono dulce mientras aparcaba en los estacionamientos del colegio.
—Tengo miedo — le dije en un suave susurro que creí que no escucharía, pero que él escuchó perfectamente.
—¿De qué? — pregunto de forma suave mientras tomaba mi mano.
—De que lo nuestro sea una mentira y te burles de mí — le dije de forma suave sintiendo un gran nudo en mi garganta.
—Dulzura — me dijo cansado, mientras suspiraba con frustración.
—Lo siento — le dije muerta del miedo mientras se me salía un sollozo suave.
Nick terminó por tomar de forma suave mi mentón y después me vio de forma tranquila y melancólica para acercarse más a mí.
—No sé quién te mete ideas en esa cabeza. Pero mírate Alana. Eres una mujer hermosa que me tiene embobado. Pienso en ti constantemente y nunca pienso burlarme de ti — me aseguro, mientras sentía como sus hermosos ojos atravesaban mi ser.
—Siento incomodarte con mis inseguridades — le dije de forma suave mientras intentaba agachar la mirada, pero él no me lo permitió.
—No te preocupes dulzura. Estamos en una relación y juntos vamos a ir aprendiendo uno del otro. Seremos una fuerza imparable — me aseguro con determinación en su voz.
—Si — le dije, dejándome guiar por la seguridad de sus palabras.
—Ahora deja esa cara, mi dulzura. Hoy hay un torneo en la escuela y quiero que mi linda novia, me apoye — me aseguro con ternura.
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6.El Alfa Implacable
Hombres LoboNick Manrique Walsh, es el menor de sus seis hermanos. Alguien dulce, amigable, sociable y con un gran atractivo físico, que lo cataloga como el hombre perfecto. Bueno eso es lo que piensan todas las chicas del instituto o cualquiera que lo conozca...