7. Max

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- Max -

Todo lo que había era un sonido realmente molesto y ruidoso cerca de mi oído, y no podía encontrar el maldito botón para apagarlo. Realmente no estaba dispuesto a abrir los ojos, o dejar la cama, pero sabia que era el momento y no había manera de que pudiera tomar mas tiempo. Al menos que quisiera llegar tarde al trabajo. ¡Dios!. Odio los lunes, y no debería haberme dormido tan tarde la noche anterior.

Tan pronto como tiré las sábanas al suelo, escuche mi teléfono vibrar en la cabecera de la cama, pero lo ignoré mientras continúe caminando adormilado hacia el baño. El sol apenas había salido, y cuando me asomé por la ventana, el cielo estaba todavía nublado por la tormenta que había llegado en medio de la noche, y las nubes grises todavía vagaban por la oscuridad, aire frio rodeaba la pequeña ciudad.

Cuando me desvestí para entrar al agua fría de la ducha, las ganas de volver a la cama crecieron mas de lo habitual, y no podía dejar de pensar en lo genial que seria dejar de hacer todo por un día, simplemente permanecer bajo las sabanas, sin hablar con amigos, ni ayudando con favores, ni escuchando los 'consejos' de mis padres, ni cenas familiares, sin chicos de mal humor en el trabajo. Pero por supuesto, eso era imposible.

Como los minutos pasaban, eventualmente tuvé que cortar el agua y vestirme, aun en contra de mi voluntad. El clima iba a estar frio durante todo el día, así que me puse un suéter y unos pantalones, y caminé hacia la cocina para comer algo antes de irme. No tenia muchas opciones, no era ningún chef, urgentemente tenia que ir de compras tan pronto como se terminara la comida del refrigerador. En ese caso, me vería forzado a cenar con mis padres y escuchar un montón de sermones acerca de lo irresponsable e inmaduro que era, probablemente también dirían que debería volver a vivir con ellos, y mi madre empezaría a decir que necesito una mujer en mi vida, alguien que me cuide tal como ella lo hacia cuando era niño. Sin embargo, según ella, ahora había crecido lo suficiente como para tener que cuidar de su hijo, así que necesitaba otro tipo de mujer. Y entonces volvíamos a Kelly y lo increíble que era y lo perfectos que seriamos los dos juntos, a pesar de que estoy totalmente en desacuerdo y mis intereses son diferentes a los de ella.

Después de un rato, estaba dentro de mi auto, revisando los mensajes de mi teléfono, antes de girar la llave en el encendido y conducir hacia el trabajo. Solo había un par de mensajes; uno de Carlos, diciendo que se había olvidado una de sus pulseras en mi casa, y pidiéndome si podía guardársela. Rápidamente le respondí diciéndole que la buscaría más tarde. El otro era de un compañero de la universidad; el necesitaba hablar conmigo y quería que lo llame cuando tuviera tiempo.

Ignoré el mensaje por ahora, y empecé a manejar; sabiendo que si lo llamaba me pediría algún favor, probablemente algo relacionado con la ultima tarea que el profesor nos había asignado. Y, honestamente, no estaba en buen estado de animo como para tratar con ese tipo de personas ahora. Era lunes por la mañana, estaba exhausto y muchas cosas pasaban por mi cabeza. Él podía espera un poco.

"Hey rubio. Llegaste tarde hoy." Su tono sarcástico me molesto, pero no le hice caso. Todo lo que estaba deseando era no cruzarme a nadie en cuanto llegara a la tienda, pero aparentemente, no era mi día de suerte. En mi camino hasta aquí, el tipo de la universidad me había mandado por lo menos siete mensajes diciéndome que urgentemente necesitaba hablar conmigo, aunque yo dudaba de que realmente fuera tan urgente; el combustible de mi auto decidió terminarse en medio de la calle, y de alguna manera tuve que arreglármelas para empujarlo hacia la gasolinera más cercana mientras mucha gente enojada detrás de mi tocaba la bocina, como si no fuera suficiente, también tenia que caer en un charco de grasa y manchar de negro el asiento de mi auto. Después de eso, obviamente que tuve que volver a casa y tomar otra ducha, así luego, finalmente ir a trabajar. Y ahí estaba, observando a Esteban con esa mirada patética, sarcástica y enojada en su rostro.

Daño |  ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora