Daño | Chestappen

57. Max

Lo único malo de que Sergio (necesitare algo de tiempo para acostumbrare a esto) se abriera conmigo es que no solo dejo salir parte de lo que ha estado cargando solo durante todos estos años, sino que además, trajo todo de vuelta al primer plano, y verlo destrozado no es agradable.

Aunque no es sin razón. Ciertamente no esperaba que su pasado fuera tan... Horrible.

Su vida era pura mierda. Incluso me siento culpable por haber pensado que el era un ser humano horrible; el tiene todo el derecho de odiar a todos, si así lo desea. Se que lo haría. Solo pase por una cosa mala durante toda mi existencia, algo que solía pensar que era traumático, pero es simplemente patético. Me cerré a todos sin ningún motivo, supongo que no tenia derecho a quejarme.

Quiero decir, lo extraño, pero todos tenemos que decir adiós algún día; ciertamente no fui el primero, en pasar por eso y, sin embargo, actué como un idiota durante tanto, tanto tiempo. Debo elogiar a mis amigos por soportarme durante todo este tiempo. Deben ser ángeles reales o algo así.

"¿Te parece bien usar mi ropa ahora o prefieres dormir así?" Pregunté, tratando de ignorar mis pensamientos tanto como pude. Sergio llevaba sus pantalones y una camiseta, si decidía quedarse así se congelaría. "Porque, ya sabes, tengo algunos hoodies abrigadores allí, si estas interesado." Me medio sonrió mientras le entregaba la tercera, ¿o cuarta? Taza de café; sus ojos estaban muy rojos e hinchados de tanto llorar.

El resopló, acercándose sus rodillas hacia su vientre y apoyando su mejilla sobre ellas mientras tomaba la taza de mis manos. "Esta bien, puede que necesite algo mas cálido. Pero no te acostumbres." Advirtió entonces, haciendo todo lo posible por sonar tan malicioso como siempre, pero fallo. Incluso su voz estaba entrecortada.

Suspire, tomando asiento junto a el en el sofá y con cansancio apoye mi espalda contra el respaldo, por un breve momento permitiéndome cerrar los ojos. Sin embargo, no duro mucho, porque pronto los abrí de nuevo e incline mi cabeza hacia un lado, mirando al chico claramente afectado a mi lado. Y el seguía siendo lo mas hermoso que jamás había visto.

"Es posible que también necesites una ducha." Señale, dándole una sonrisa cansada.

"¿Estas diciendo que apesto?" Arqueó una ceja, sosteniendo la taza con ambas manos justo frente a su boca, y sorbiendo ligeramente, antes de alejarlo y tomar aire bruscamente, tratando de deshacerse del calor ardiente de la bebida y murmurando algo como un 'ay' pero no podía estar seguro.

"No." Comencé a decir a mitad de su frase, conteniendo las ganas de reírme de el. "Estoy diciendo que te ves cansado y que necesitas una ducha. Además, hace frio y te estas congelando."

"No estoy -" Y antes de que pudiera terminar la frase, toque su mano, lo suficientemente rápido como para que el notara el contraste entre las temperaturas de nuestros cuerpos. De hecho, estaba helado.

"Vamos, ya sabes donde esta el baño. Si quieres usar una bañera, puedes ir al mío. Voy a conseguirte algo decente." Dije, levantándome del sofá de un salto y dirigiéndome hacia mi habitación. Antes de que pudiera llegar, escuche la voz de Sergio desde la sala:

"¿Te refieres al tuyo? Que decente, buen intento." Y luego escuche una risita suave que me hizo sonreír como un tonto, porque a pesar de todo lo que me había dicho, a pesar de todo el llanto, el seguía actuando como aquel del que me enamore. El es demasiado fuerte.

Menos de un minuto después, estaba de vuelta con una toalla, unos pantalones y el hoodie que había usado la ultima vez que vino. Porque si. Tal vez me había gustado verlo en el. Y tal vez había estado pensando en cuando tendría la oportunidad de vérselo de nuevo, así que...