No es que alguna vez pensé que podría ser tan feliz en toda mi vida, pero bueno. Lo soy. Es estúpido, tonto, ridículo e inexplicable, pero siento que estoy mucho mas libre de lo habitual. De repente, estar atrapado entre la casa y el trabajo ya no es tan aburrido.
Y por supuesto tiene mucho que ver con Max. No nos hemos visto en aproximadamente dos semanas, pero nos mantenemos en contacto la mayor parte del tiempo. Constantemente me envía mensajes de texto con cosas estúpidas que me hacen sonreír sin siquiera darme cuenta. Y es patético, porque es ridículamente infantil a través de los mensajes de texto. Cada una de sus palabras suena como una broma, y aunque debería estar disgustado o molesto, simplemente sonrió o me rio como si tuviera algún tipo de problema.
Aunque no podría importarme menos.
Quiera o no, sus estúpidos mensajes son los que me hacen el día mas fácil. Especialmente cuando me acosan viejos borrachos en el trabajo. Nada me estresaba mas que eso, pero últimamente he estado tan ajeno a sus palabras y actos repugnantes que ni siquiera lo considero un problemas mas. El hecho de que trabaje en un club de stippers no me hace uno. Siempre he odiado que la gente me traté mal, como si fuera algún tipo de juguete sexual. Ver como la gente nos mira a mi o a mis compañeros con lujuria como si fuéramos nosotros los que tenemos que complacer sus necesidades siempre me ha molestado, mas cuando decidían hacer algo físicamente.
Es asqueroso lo que pasa dentro de ese club, tanto para hombres y mujeres. Pero no puedo dejarlo. Ser la pareja de Lance no es que me ayude mucho, considerando los contactos que tiene. Mi currículum no es algo que pueda presumir: no fui a la universidad, y además de camarero, nunca he trabajado en nada.
Tampoco soy exactamente el mas dulce o el mas sociable que pueda existir.
Eso es lo que queda de mi: camarero en un club de stippers. Lidiar con silbidos y las miradas lujuriosas. Con los años, me acostumbré a eso. No se detendrían, y aunque algunos de los 'clientes' habituales aprendieron que si me tocaban rompería sus huesos, siempre había aquellos otros nuevos que tenían que aprender de la peor manera.
Y menos ahora que Max hacia mis horas mas soportables. De vez en cuando, cuando Nico llenaba las copas, o cuando iba a la habitación de atrás para buscar algo que alguien se olvido allí, o incluso cuando iba por snacks, aprovechaba unos segundos para mirar la pantalla de mi teléfono y contestar algunos mensajes.
Verstappen:
"No dejes que toquen lo que es mío. O voy a matarlos."
Verstappen:
"Mi cadena se rompió, tengo que repararla o comprar otra."
Verstappen:
"Que hambre tengo. ¿No puedes escaparte y prepararme algo?"
Y hay mas que eso. Tantas cosas estúpidas e incontables. A veces trata de ser divertido, a veces intenta sonar terco, a veces cursi, o incluso egocéntrico. Una de las cosas que mas ama hacer es reclamarme como suyo. A menudo es 'amenazador' con – sin su conocimiento – los hombres viejos y coquetos, diciendo que va a arrancar sus órganos si me miran, aunque dudo que Max llegara a hacerle daño a alguno de ellos. Obviamente, el sería el que saldría herido, pero no se lo digo. No me gusta bloquear su ego por completo. Es una de las cosas mas divertidas de el.
Y básicamente, eso es todo. Pasaba mis días con el teléfono siempre cerca, mas ahora que Lance estaba ocupado con el campeonato. Apenas estaba en casa, y cuando lo hacia, estaba demasiado cansado. Se despierta temprano, va al gimnasio, pasa todo el día yendo a dios sabe donde a ver las peleas y apoyar a sus estudiantes, y vuelve a casa alrededor de las 2am.

ESTÁS LEYENDO
Daño | Chestappen
FanfictionNo te enamores de mi... estoy demasiado dañado para ti. ¿Qué estaría dispuesto a hacer por amor?