Daño | Chestappen

24 Michel.

¡Argh! Él es un idiota. ¡Es estúpido, fanfarrón, tonto e idiota! ¿Qué clase de ejemplo le estaba dando a Angel al saltar a su habitación por la ventana? ¡Tiene diez años, por el amor de Dios! ¡Por supuesto que ella intentaría hacer lo mismo! Puede que él tenga piernas enormes, pero ella no, y es demasiado peligroso.

"¡Bájate ahora, Evangeline! ¿Qué crees que estás haciendo?" Grite, cerrando la puerta detrás de mí y corriendo hacia ella, sin importarme empujar a Verstappen para llegar hasta ella. Incluso estaba sonriendo, ¿Qué diablos pasaba por su mente? Burro. "Nunca, nunca vuelvas a hacer esto. Si alguna vez intentas copiar a este imbécil otra vez terminaras lastimada, ¿Qué te crees que eres? ¿hombre araña? Lamento decepcionarte jovencita, no lo eres. Ni siquiera eres tan alta como sus piernas así que no lo intentes de nuevo, ¿de acuerdo?"

En lugar de asentir con la cabeza y arrepentirse, simplemente se rio y le guiño un ojo a Max, quien también se echó a reír. ¿Qué le pasaba a su cerebro?

Sostuve a Angel en mis brazos y la puse de nuevo en el césped, esta vez caminando hacia Verstapen para empujarlo, lo que solo lo hizo reír más fuerte. Repetí la misma acción, esta vez con más fuerza, pero no pudo parar. Cuando estaba a punto de empujarlo por tercera vez, me agarro de las muñecas y me miro profundamente a los ojos, esta vez totalmente serio. Durante unos segundos, no dijo nada, solo me miró fijamente y yo trate de ignorar las pulsaciones de las venas en todo mi cuerpo.

"Cálmate, cálmate." Susurro, y sentí que el aire salía de mis pulmones de repente mientras exhalaba, tratando de recomponerme. El simplemente... ¡Argh! Simplemente llega a mis nervios tan fácilmente.

"Angel, ve a tu habitación ahora." Le dije, sin mirarla. Mientras observaba la sonrisa de Max, supe lo que estaba a punto de hacer, así que me di vuelta y la miré, completamente serio. "Por la puerta." Y su sonrisa se amplió, asintiendo. A veces era imposible. Ella realmente lo era. Una vez que estuve seguro de que se había ido, mira a Verstappen, deshaciéndome de sus manos esta vez. "En primer lugar, no me vuelvas a tocar nunca más. Ya terminé con esto por esta noche, ¿de acuerdo? Y en segundo, ¿eres retrasado? ¡Tiene diez años! ¡Hay algunas cosas que no puedes hacer cerca de los niños y trepar por las ventanas es una de ellas!"

No volvió a luchar para sujetar mis muñecas, pero se acercó (demasiado) y me miro con expresión asesina. No sabía que iba a hacer y me asuste, pero había algo que pego mis pies al suelo y me quede allí, con los ojos muy abiertos, mirándolo.

"Ser herido por un imbécil es otra." Susurro, y al principio, sentí que mi corazón latía muy rápido, sorprendido por sus palabras. Sabía que estaba hablando de Lance y comencé a preguntarme como podía saber si Lance me lastima o no. Pero luego me di cuenta: ¡no es asunto suyo! ¡Él no tenía derecho a meterse en mi vida y asumir cosas que no tenía idea si eran reales o no! Esta vez lo empuje con más fuerza.

"Quédate fuera de mi vida, Verstappen. No me conoces y no es como si fueras a hacerlo." Mi voz no era más que un susurro, aunque hablaba muy enserio. Él lo noto, porque la ira que tenía en sus ojos cuando menciono a mi pareja había desaparecido, y aunque trato de parecer duro, pude ver vergüenza en su mirada.

Cuando me di vuelta para regresar a la casa, noté que Angel estaba nuevamente apoyada en la ventana, mirándonos con sorpresa, confusión y algo más en sus rasgos. Tan pronto como se dio cuenta de que la estaba mirando, volvió a entrar y cerro la ventana detrás de ella.

Maldita sea. Estaba muy cansado.

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"No toques eso, Angel. Te quemaras." Susurre, suspirando, sin poder seguirla más. De repente estaba exhausto, tumbado en el sofá sin apenas respirar. Consumía demasiada energía al hacerlo y, después de todo, no tenía tanta energía.