4. Michel

1.8K 157 59
                                        

- Michel -

Todo estaba todavía un poco confuso y mis sentidos estaban tontos; mi visión no se podía focalizar en ninguna cosa, sabía que me sentiría así por un rato y también sabia el por qué: sedantes. No era sorpresa para mí. Esperé hasta sentir mi cuerpo otra vez y suspiré antes de sentarme en la cama en busca de alguien con mis ojos. Mientras estaba solo, corrí mi mano hacia la parte posterior de mi cabeza y sentí los pocos puntos que aun dolían un poco, estaba sensible.

Un quejido salió de mi boca silenciosamente, me apreté los ojos con fuerza, tratando de no pensar mucho porque eso dolía. Pronto sentí una mano en mi hombro y sonreí, sintiendo un toque muy conocido en mi piel.

"Así que el señor Michel despertó, ¿Cómo te sientes?" Ella dijo mientras chequeaba datos médicos y escribía algo en un papel.

"Voy a estar bien, gracias Alice." Aunque no había respondido a su pregunta real, no tenía por qué, y ella no insistió en hacerme sentir mejor por ahora, porque ella ya me conocía bastante bien como para intentarlo mas.

Alice era una mujer dulce y agradable, que trabajaba en el hospital local. Ella siempre ha sido una enfermera aquí y a la gente le gustaba; incluso a mí, que no era alguien realmente amigable. La vez que la conocí fue hace 8 años y realmente tuvo un tiempo duro tratando de ayudar a un dificultoso chico. Desde ahí, aprendió como tratarme incluso no siendo la cosa mas fácil. Confié en ella y también logré una buena relación con su única hija, Evangeline – mejor conocida como Angel – una dulce niña de nueve años que siempre se mostraba feliz y animada con todos sin importar que pase.

Mientras ella todavía se concentraba en los papeles que estaban entre sus manos, me levanté y traté de mantenerme de pie, con éxito esta vez. Me agaché y me senté en el suelo para atarme los zapatos. Entreteniéndome con los cordones, vi con el rabillo de mis ojos como Alice se acercaba a mi y me daba unas palmaditas suaves en la espalda. Por su toque, sabia que estaba preocupada; de nuevo. Pero ella no se atrevía a decirlo en voz alta; nunca lo hacía.

"Ten cuidado." Fue todo lo que dijo, fue entonces cuando levante mi cabeza para encontrarme con su mirada. "Y tendrás que tomar estas pastillas una vez al día." Me mostró el pequeño frasco de pastillas, sonriéndome cálidamente. "Para aliviar el dolor, ya sabes."

"Gracias." Dije agarrando el frasco y colocándolo dentro del bolsillo de mi chaqueta. "Prometo que las tomare." Ella siguió mirándome por un tiempo, hasta que asintió con la cabeza sonriendo levemente.

"Hey, Michel. El próximo domingo es el cumpleaños de Angel, vamos a tener un pastel en casa alrededor de las 7pm. ¿Quieres venir?" Sus ojos brillaban con esperanza y yo sabia que realmente me quería ahí. Aunque no estaba seguro de si Lance estaría de acuerdo en venir conmigo. Amaba a los niños, pero en realidad no le gustaba mucho la gente a su alrededor, a nuestro alrededor.

"Voy a hacer todo lo posible para estar ahí. Dile a Angel que me espere. Ahora realmente me tengo que ir, gracias Alice." Asintió con la cabeza una vez mas antes de verme caminar hacia afuera. El reloj de la pared indicaba que ya habían pasado quince minutos de la medianoche y mi corazón dio un salto en el pecho; ¿Cuánto tiempo había estado aquí? De acuerdo con lo que yo recordaba, alrededor de tres horas aproximadamente. La ultima vez que revisé el teléfono eran las nueve y Lance y yo nos encontrábamos en el centro comercial.

Mientras caminaba hasta la puerta que me llevaría afuera del hospital, algunas caras conocidas me sonrieron y asintieron con la cabeza hacia mí, yo sonreí forzadamente hacia ellos, tratando de caminar lo más rápido posible. Pronto la oscuridad de la noche estaba encima mío y sentí el aire frio chocando con mi piel, haciéndome temblar.

Daño |  ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora