Daño | Chestappen

61. Max

"¿Te das cuenta siquiera de que estamos aquí?" Pregunto Charles, engullendo un trago de cerveza y empujando el vaso vació sobre el mostrador, suplicando en silencio por mas mientras me miraba con incredulidad, con la ceja levantada y una mirada incrédula dirigida hacia mi. "¿Verstappen? Verstappen – oh, por el amor de Dios, solo dame eso."

Y luego, un segundo después, mi teléfono desapareció.

"Tienes que esta jodiéndome, ¿verdad?" Preguntó de nuevo, desplazándose hacia abajo de mi pantalla mientras yo permanecía en silencio, bebiendo mi propia cerveza y mirando a Carlos por encima de mi vaso; el sonreía divertido, pero me miraba con cariño, y supe que estaba de mi lado. "Bueno, eso es todo. Ya tienes a alguien, esta bien. Pero no se si lo recuerdas, tu también tienes amigos."

Fue mi tuno de levantar las cejas, dejando suavemente el vaso a un lado y levantando las manos en el aire, en señal de rendición.

"Esta bien, esta bien, Leclerc. ¡Soy todo oídos! Puedes contarme y echarme tu mierda encima ahora. Quéjate de lo horrible que fue tu día, de que no tienes a Charlotte y de que su estúpido novio no los deja estar juntos, mientras que Carlos y yo estamos muy felices con alguien."

Carlos se atraganto con su bebida a mi lado, y Charles puso los ojos en blanco, agarrando nuevamente el vaso ahora lleno, que el camarero acababa de entregarle.

"Si, si. Realmente gracioso desde donde estas, ¿eh? ¿Quieres estar en mis zapatos por una vez?" Luego volvió a echar la cabeza hacia atrás, tomo el vaso y se metió el liquido en la boca. "Uf, la cerveza ni siquiera es suficiente. Necesito algo mas fuerte." Dijo, mas para si mismo que para nosotros.

"Emborracharse no solucionara el problema." Dije con total naturalidad, encogiéndome de hombros mientras me levantaba e intentaba tomar mi teléfono. Sin embargo, Charles no estaba dispuesto a devolvérmelo pronto.

"Bien que lo sabes, ¿no?" Se atrevió, esbozando una media sonrisa que ya parecía aturdida. "Hey, amigo, dame lo mas fuerte que tengas." Charles ya no se molestaba en mirarme, solo miraba al camarero y jugaba con el vaso (nuevamente) vació entre sus manos, haciéndolo girar con el dedo colocado en el borde.

Aun de pie, me acerque a mi amigo gruñón, quien se echo ligeramente hacia atrás cuando me acerque, temiendo que pudiera intentar recuperar mi teléfono nuevamente, lo cual no hice. En cambio, puse una mano sobre su hombro, esperando hasta que levantó la vista y me miró a los ojos.

"Bueno, por que lo se, es por eso que te lo digo: beber no lo solucionara. Y hablaba en serio con eso de 'échame toda la mierda encima', ¿sabes?" Aseguré, sonriendo. "Charles, puedes pensar que estoy borracho en este momento, pero aun así soportaré tus quejas. Tu eres mi mejor amigo. Juro que no lo he olvidado."

Suspiro fuertemente – o al menos eso supuse, ya que no podía oírlo – en su lugar, solo preste atención a su pecho subiendo y bajando pesadamente. Antes de que pudiera decir algo mas, le ofrecieron la nueva bebida, sin siquiera molestarse en preguntar que era mientras se la metía en la garganta tal como lo había hecho toda la noche. Su expresión divertida fue breve y pronto volvió a mirarme.

"No hay mucho de que quejarse, Max. De todos modos, ¿sabes? Odia a Kyle, pero su madre es el diablo y no puede dejarlo sin que ambos arruinen su futuro, y tengo que esperar hasta Dios sabe cuando para que podamos estar juntos. Y ni siquiera estoy seguro de que vaya a suceder. ¡Ella simplemente no dice nada! Es como si a veces creo que le gustó a ella también, ¡pero a veces me trata como a un niño! ¡No soy un niño, Max!"

Carlos nos miró mientras Charles gritaba las ultimas palabras, pero pronto volvió a su teléfono, sonrió a la pantalla y no hay duda de que acababa de recibir otro mensaje de Rebecca.