Daño | Chestappen

32. Michel

Cuando llego a casa son casi las 3 de la mañana. Pero no me siento cansado, solo triste. Me siento vació, deprimido, porque eso es lo que hacen esos niños. Son geniales y estoy bien cuando estoy con ellos, pero cuando me alejo (y solo lo hago después de que el ultimo se ha quedado dormido) me siento como si estuviera vació otra vez. Es solo un shock, y sé que estaré bien nuevamente a la mañana siguiente, así que ya ni siquiera me preocupo. Ni siquiera me molesto en alejar algunos recuerdos porque sé que cuando despierte desaparecerán por si solos.

Alice esta dormida, y es por eso que trato de no hacer ningún sonido cuando entro a la sala, esperando a que Angel también este dormida. Sin embargo, tan pronto como entro a su habitación, ella está sentada en su cama con las piernas cruzadas, mirándome con felicidad en sus ojos. ¿Qué paso con la niña de mal humor temprano?

"Hey." Susurre, acercándome a ella y besando su frente. "¿Qué estás haciendo despierta tan tarde?"

"Sabes, ayer llegaste temprano a casa. ¿Paso algo en el club?" Pregunto inocentemente, ignorando mi pregunta anterior. Trague fuerte, odiando haber pasado todo el día pensando en esa noche, así que el sentimiento no volvió de repente debido a sus palabras.

"No, simplemente no me sentía muy bien y no estaba ayudando mucho, así que Nico me pidió que me regresara a casa." Le dije la mitad de la verdad, porque odiaba mentirle.

"Oh. Está bien... Bueno, estaba esperando que vinieras. Max me pidió que te diera esto." Me entrego un pequeño papel y me quede paralizado por un momento. ¿Se lo había dicho? ¿Por qué haría eso? Sentí mis mejillas sonrojarse nuevamente y Angel me sonrió sin decir una palabra.

"Gracias." Dije finalmente, agarrando el papel y dándome la vuelta para evitar su mirada pegada a mí. "Me voy a poner el pijama y vuelvo en un momento. Vete a la cama y espérame."

En cuestión de segundos estaba encerrado en el baño, mirando su letra en el papel. No era más que una dirección y el nombre de algún bar más una nota debajo:

"Mañana a las 9pm. Me encantaría verte allí 😉 – Max"

Si. Quisieras, pero no lo harás. Realmente espero que no pase mucho tiempo esperándome, porque va a ser un poco vergonzoso estar ahí solo por mucho tiempo. En serio, ¿Qué cree que está haciendo? No saldré con él, nunca. Creo que deje bastante claro que tengo pareja. Y le dije, le dije que no se enamorara de mí; si el no quiso escucharme, no es mi problema. No es mi culpa y ciertamente no me importan sus sentimientos. No siento nada más que odio hacia él y eso no cambiara. Sera mejor que él lo sepa.

Una vez que termine con mi pijama, tire el papel y salí, regresando a la habitación donde Angel ya estaba dormida. Vaya, ella me había esperado mucho. ¿Y para qué? ¿Solo para darme ese estúpido papel? Si, apuesto a que Max le había rogado que me lo diera tan pronto como llegara a casa para que no lo olvidara. Bastardo.

Suspirando, me recosté a su lado, cubriéndome con la manta y abrazándola con fuerza antes de cerrar los ojos y dejarme quedar dormido también. Después de todo, era tarde.

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"¡Michel! Abre la puerta, por favor. Estoy ocupada con la cena." Grito Alice y me levante del sofá en contra de mi voluntad, caminando torpemente hacia donde venia el molesto sonido. Sostuve la perilla entre mis dedos, sintiendo el frio tocar nuevamente mi piel cálida debido a la manta en la que estuve envuelto por algo más de dos horas. El dolor de cabeza me estaba matando hoy.

Sin mirar para ver quien era, abrí la puerta y choque con él. ¡¿Qué estaba haciendo aquí?! Mis manos comenzaron a temblar e inconscientemente di un paso atrás, como si eso pudiera protegerme de la expresión de enojo en su rostro.