Hacia frio y viento mientras esperaba afuera a que Max saliera, encogiéndome debajo de mi chaqueta y apoyándome contra la pared tratando impotente de mantener algo de equilibrio.
Con mucho gusto, apareció menos de cinco minutos después, apresurándose a ponerse su propia chaqueta mientras caminaba rápidamente hacia mi y se metía el teléfono en el bolsillo trasero, con una sonrisa mientras miraba hacia arriba y se encontraba con mi mirada. En realidad, fue ridículo con que naturalidad me rodeo con sus brazos, envolviéndome fuerte y enterrando sus rostro en mi cuello. Aun mas ridículo fue como reaccione a su toque, sin siquiera pensarlo dos veces antes de inclinarme contra el y dejar que mis brazos cayeran alrededor de su cintura.
"Hey." Susurró, el sonido de sus labios aun amortiguado por mi cuello.
"Hola." Le susurré en respuesta, sonriendo descaradamente contra su pecho. Se sintió amplio, cálido y familiar, y me encantó. Por un solo momento, el frio no me hizo efecto. No contra la calidez de Max.
Pero luego se alejó.
"Entonces, ¿alguna idea sobre adonde vamos a ir?" Preguntó con indiferencia, centrando toda su atención en mis labios, pareciendo tan hipnotizado que de hecho los sentí hormiguear un poco. Era casi como si estuviera en trance. "¿Puedo besarte en publico?" Susurró entonces, mordiéndose el labio inferior y levantando la vista hacia mis ojos para ver mi reacción.
Fue bastante gracioso el hecho de que me hubiera preguntado, pero me alegré de que lo hiciera de todos modos, así que sacudí ligeramente la cabeza, consciente de cuanta gente había a nuestro alrededor. Después de todo, era una calle muy transitada en el centro y muchos de los amigos de Lance solían andar por aquí. Si no hubiera sido un lugar al que normalmente iban, o incluso si hubiera menos gente rodeándonos, estoy seguro de que no me molestaría ni un poco que sus labios se movieran contra los mios en este momento. Pero no me gustaría correr el riesgo.
Max asintió, sabiendo exactamente lo que estaba pasando dentro de mi cabeza y entendiéndolo completamente.
"Entonces... ¿Algún restaurante especial o-?"
"No. No precisamente, estaba pensando... Quizás podríamos... No se... ¿Ir a tu departamento? Puedo cocinar y... solo eso... es mas privado, ¿sabes? Si no te molesta..." Me detuve, mirándolo suplicante y observando la forma en que sus rasgos se suavizaron, convirtiéndose en una ligera sonrisa que me hizo sonreír también.
"Bien por mi. Pero tendrás que hacer magia con los pocos ingredientes que tengo ahí. Sinceramente, hace tiempo no voy de compras." Admitió Max, riéndose en voz baja para si mismo y luego moviendo ligeramente la cabeza en dirección a su auto. Lo seguí hasta que ambos estuvimos dentro. En ese momento fue por mi mano, entrelazando nuestros dedos y sonriendo felizmente.
"Soy un verdadero chef, Max. Y créeme, puedo hacer magia." Dije con total naturalidad, lanzándole una sonrisa convencida.
"Oh, estoy seguro de que puedes."
Había ese tono descarado de Max detrás de sus palabras.
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Su cuerpo estaba presionado contra el mío, contra la puerta, sus manos recorriendo mi espalda arriba y abajo mientras sus labios besaban suavemente los míos, una, dos veces, antes de finalmente besarlos por completo. Fue lento y tranquilo, cada centímetro de su cuerpo reconfortante y acogedor, e incluso si quisiera (cosa que no quería) no podía alejarme.
Cada célula viva de mi cuerpo reacciono a su toque, consciente de la forma en que sus dedos presionaban mi piel, dibujando círculos desde mi espalda baja hasta la base de mi cuello. Sus dientes se hundieron ligeramente en mi labio, luego lo soltaron y luego hicieron la misma acción una y otra vez hasta que me quede sin aliento y sin cordura.
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Daño | Chestappen
FanfictionNo te enamores de mi... estoy demasiado dañado para ti. ¿Qué estaría dispuesto a hacer por amor?