Daño | Chestappen

8. Michel

- Michel -

No le estaba rogando a Lance que fuera conmigo a una de esas fiestas insoportables donde todos te miran y te juzgaban por tu apariencia, compañía o lo que sea. ¡Era la fiesta de cumpleaños de una niña, por el amor de Dios! Además, no me iba a quedar mucho; solo necesitaba darle el regalo que le compre y cantarle feliz cumpleaños para luego irme. ¿No podía hacer eso por mí? Después de todo, a él le agradan los niños.

La semana pasada había sido una de las peores. Alice me había llamado una docena de veces para asegurarse de que estaba bien, y mas de una vez tuve que calmar la ira de Lance para impedir que vaya a la cárcel, esta vez definitivamente. Necesitaba tomarse un descanso si quería que mi hermano olvide su comportamiento agresivo.

Es por eso que durante el día no tuvimos muchos problemas, a pesar de que todo se convirtió en un infierno a la noche; Lance se pasó todo el día en clubes y bares con amigos, y cuando finalmente llegó a casa, estaba completamente borracho e insoportable. Siguió gritándome y encerrándose en nuestra habitación. A pesar de entender lo que estaba pasando con él, no pude evitar enojarme.

Estábamos en ese mes del año en el que Lance estaba deprimido y enojado porque simplemente no podía olvidar su pasado; él no podía estar en casa porque probablemente empezaría a romper cosas, o me golpearía, esa era la razón por la que siempre se iba. Luego de toda la discusión el y efecto del alcohol, cuando todo volvía a la normalidad, solo se disculpaba y cenábamos juntos, viendo algunas películas antes de finalmente ir a la cama y empezar todo de nuevo al día siguiente.

Pero no lo mataría salir de esa rutina por un día, solo para ir conmigo a la fiesta de cumpleaños de Angel. El amaba a esa niña, y ella era una de las pocas personas (la única, aparte de mí, en realidad) que le hablaba normalmente, sin actuar como si estuviera asustada o completamente indignada y asqueada por su presencia. No lo mataría que alguien sea amable con él a veces.

Y aun así, allí estábamos, en la sala, Lance acostado en el sofá mientras yo trataba de convencerlo de salir de esa soledad y salir conmigo por una noche. El seguía rodando los ojos ante mis palabras, centrándose en el partido de futbol que transmitía la televisión, completamente ajeno al hecho de que yo estaba parado allí, pidiéndole un favor.

"¡Lance, te estoy hablando!" Finalmente le grite, caminando hacia la pantalla y apagándola antes de enfrentarme a Lance otra vez.

"¡Maldita sea, no iré, Michel! Te lo dije antes, y la respuesta sigue siendo la misma. No estoy de humor para fiestas de cumpleaños de niñitas." Apunto el control remoto a la televisión y la encendió otra vez, mientras me hacia un gesto con sus manos para que me aparte de su vista.

"Pero es la fiesta de cumpleaños de Angel. Vamos, esa niña te adora." Me arrodillé a su lado, apoyando mi barbilla en su brazo, y sonriendo.

"Su familia no lo hace. Y no voy a ir. Además, ya voy a salir con mis amigos. Dile feliz cumpleaños de mi parte." El bostezó y se centró en la pantalla una vez más, gritando porque el equipo contrario había hecho un gol. O lo que sea, no me gusta el futbol; las carreras eran mejor, aunque no tenía preferencia por algún equipo.

"Bien. Iré a vestirme, y necesito que al menos me lleves, ¿Puedes hacer eso?" Aun en mis rodillas, deslicé mis dedos de arriba hacia abajo por su brazo, jugando con el vello de su piel.

"¿Puedes esperar hasta que el juego haya terminado?" Los ojos de Lance continuaban en el juego, ocasionalmente perforando el sofá cada vez que alguien hacia algo mal.

"Claro, como que sea. Solo que no puedo estar mas tarde de las 8pm. No sería muy agradable de mi parte." El asintió con la cabeza y me pare caminando hacia el baño, volteé a mirarlo una vez mas antes de finalmente entrar y cerrar la puerta detrás de mí.