Daño | Chestappen

11. Max

- Max -

"Voy a llegar tarde." Dije antes de que Charles empezara a gritar del otro lado de la línea. Sabía desde el principio cual iba a ser su reacción, pero para ser honesto, no me importaba. Si iba a ser el payaso de la doble cita, no iba a ir así. Tendría que ir primero a la casa de Kelly, si aun quería que lo ayude.

Dijo algunas cosas que realmente no quería escuchar, pero también he dicho cosas que nadie quisiera escuchar. Charles a veces era un imbécil. No podía creer que siquiera dije que sí a otra de sus citas. Probablemente como siempre no iba a llegar a ninguna parte, y estaba harto de tener que manejar la situación por él.

Cuando el pasó caminando junto a mi auto, llevando a su ensangrentado novio, colgué el teléfono y me permití mirar al hermano de Antonio durante un rato, sintiendo pena por él. El hombre parecía ser uno de esos tipos malos, que siempre se mete en problemas. No estaba despierto, y probablemente él se estaba muriendo por apoyar su peso sobre su cuerpo. Antes de que se me ocurriera, estaba junto a él, quitándolo de sus hombros y colocando su cuerpo posiblemente roto en el asiento trasero de mi auto.

El realmente no era amigable, incluso cuando le ofrecí mi ayuda, pero, aun así, como el buen ciudadano que era, me aseguré de llevarlo a su casa y acomodarlo en el sofá. Entonces él me dijo de volver a la casa de Alice, y allí estaba, esperándola mientras agarraba sus cosas y llamaba a Angel.

"Perdón por hacerte esperar, tuve que buscar estas cosas." Sacudí mi cabeza, no me preocupaba el hecho de que tomara su tiempo para prepararse. El viento de afuera era refrescante y no estaba nada ansioso por volver a donde estaba el hermano de Antonio. "¡Angel! ¡Vamos! ¡Él nos está esperando!" Alice se dio la vuelta, colocándole el abrigo a Angel y entrando en mi auto. "Gracias por el viaje, por cierto."

"No es problema." Le dije mientras caminaba alrededor del auto hasta que llegué a mi asiento. Viajamos hasta el lugar en silencio, en excepción de los momentos en los que Angel tenía alguna curiosidad sobre algo de mi auto y empezaba a jugar con él, haciendo que Alice la regañara para caer otra vez en silencio.

No pasó mucho tiempo hasta que aparque delante de la casa, Alice camino rápidamente hacia adentro sosteniendo la mano de Angel. Parecía tan preocupada que me asustó; ¿Qué iba a hacer? Cuando me bajé del auto me apoyé en el marco de la puerta, la respuesta vino a mis ojos: Alice era médico. Cuando abrió su bolso, un par de herramientas medicas salpicaron por el piso, y se pegó junto al hombre, tomándole un buen vistazo mientras el hermano de Antonio a regañadientes entraba a la cocina con Angel. Sin ser invitado, entre, pero Alice ni siquiera dio vuelta a la cara, estaba demasiado ocupada revisando al tipo ensangrentado.

En la cocina, encontré a la pequeña y al chico hablando; Angel sentada en la mesa mientras el tenía una olla en sus manos. Ambos pararon de hablar cuando se dieron cuenta que estaba ahí, yo solo sonreí torpemente, y de repente me sentí un poco incomodo.

"Umm... yo... me preguntaba si tienes algo para quitar esto." Señalé mi cara y Angel sonrió.

"Te ves gracioso con eso. Sin la ropa y esas cosas." Ella dijo, levantando sus pies y caminando hacia mí. "Mich, ¿me das de tu crema y toallitas?" Los ojos de 'Mich' se abrieron por alguna razón que no entendía, pero el solo asintió, cuidadosamente señalando algún lugar de la casa.

Angel tomo mi mano en su pequeña mano, y me llevó a una sala oscura al final del pasillo. Encendió las luces y caminó hacia el armario, lo abrió y con sus ojos buscaba algo dentro de él. Era divertido ver como parecía saber mucho acerca de este lugar. Aunque me estaba empezando a cuestionar si era algo bueno que pase tanto tiempo cerca de alguien tan peligroso como el novio del hermano de Antonio. Ella probablemente había visto cosas peores de las que yo había visto en el centro comercial y eso no era bueno para alguien tan joven como ella. ¿Qué pensaría de los hombres en general? Mis pensamientos fueron empujados lejos una vez que asomó su dedo meñique frente a mis ojos. Miré hacia abajo, y encontré a Angel mirándome con ojos curiosos.