71. Max

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"Charles, vete." Le pedí sin siquiera molestarme en girarme y mirarlo; simplemente mire a Sergio. El estaba en silencio, con los brazos colgando alrededor de sus caderas, expresión en blanco, ojos curiosos. Podía escuchar mi corazón martilleando contra mi pecho, el metal del anillo increíblemente notable en mi bolsillo, casi podía sentirlo.

Había pasado tanto tiempo desde la ultima vez que lo toque, lo enterré en el fondo del cajón y lo deje allí, tratando de evitar todo lo que venia con esa cosita, pero de alguna manera ahora estaba de nuevo en mi bolsillo, quemando el tejido y, en consecuencia, quemándome la piel.

"Amigo, no hay necesidad de estar enojado-"

"Charles." Repetí, esta vez mas áspero: "Vete."

El asintió en silencio, levantándose del sofá con un ruido pegajoso, mirando a Sergio con curiosidad y luego a mi. Lamentablemente, como estaba acostumbrado. Justo como estaba harto de estar acostumbrado. Ya no necesitaba esa mierda. Estaba feliz y lo había superado, y el peor recordatorio que siempre pude haber tenido fue que me miraran de esa manera.

Sin embargo, una vez que la puerta se cerró, todo quedo en silencio, y el único tipo de mirada que tenia era de pura curiosidad, alimentada por algo que reconocí como un desafió y tal vez también algo remotamente cercano a la decepción. Estaba tan callado que me dolía verlo mirándome de esa manera, con todo su cuerpo retándome a decir algo sobre el anillo que se suponía que no significaba absolutamente nada, pero que significaba mas de lo que me gustaría admitir. Cada respiración suya era suficiente para mis oídos y me sentía contra la pared. Ese silencio implicaba explicaciones y no podía darlas.

Ahora era completamente al revés. ¿Era así como el se sintió cuando volvió a su pasado?

Dije entonces lo único que me parecía plausible. "¿Por que revisaste mis cosas?"

"Yo no-"

"Charles no se atreve a tocar mis cosas. No he tocado el fondo de ese cajón en años. Ahora, de nuevo, ¿por que revisaste mis cosas?" Estaba seguro de que había sonado mucho mas duro de lo que pretendía, pero estaba temblando sin darme cuenta, mi aliento se quedo atrapado en mi garganta.

Sergio jugueteo con sus brazos, recorriendo con los dedos el tejido que los cubría, las piernas temblando incómodamente mientras su pie se aferraba a su tobillo, luchando por encontrar una buena respuesta. "¿Estas loco?" Preguntó en voz baja, apenas un susurro, mirándome con las misma mirada venenosa que tenia antes. Su cuerpo me dijo que se sentía culpable y avergonzado, pero sus ojos... mostraban todavía esas mismas emociones; esa mirada decepcionada, mitad enojado y ansioso esperando mi respuesta.

"No tienes derecho a tocar lo que es mío sin mi consentimiento, Sergio." Dije en cambio, sin haberme movido ni un centímetro desde que Charles se fue.

"Lo lamento. No era mi intención, lo juro. Estaba buscando un suéter y termine encontrándolo, lo siento."

"Deberías haberlo dejado allí. No es asunto tuyo lo que tengo o no. Y es mío. No te di el derecho a..."

"Bien. ¡Lo entiendo!" Espetó, deshaciendo la forma culpable que su cuerpo había tomado y girándose para mirar la pared por un segundo. "Te dije que lo siento, ¿ok? Estuvo mal, no era mi derecho meterme en tu espacio, lo entiendo. Ya entendí tu punto, ¿de acuerdo?"

Entonces asentí, brevemente, observando como el se daba vuelta, mirándome esta vez. Luego se suavizo un poco, no mucho, manteniendo la distancia entre nosotros mientras finalmente hablaba de nuevo.

"¿Vas a explicarlo o no? Porque, en serio, si tienes prometido, un novio, alguien especial o lo que sea, realmente me importa una mierda que tipo de relación tengas, quiero saberlo. Creo que tengo el derecho a hacerlo, ¿no?"

Daño |  ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora