63. Max

766 120 22
                                        

La cuestión es que esta noche tuve que faltar a la universidad ya que recibí una llamada de mi madre alrededor de las 7pm. Diciéndome que estaba planeando una fiesta sorpresa para Kelly y gritándome por no haber recordado que era su cumpleaños, de nuevo.

Sin embargo, no fue culpa mía, considerando que últimamente he estado muy ocupado y demasiado feliz como para recordar incluso el mío.

De todos modos, todavía me sentía culpable, porque Kelly era probablemente la única persona que cada año, en mi cumpleaños, encontraba algo de tiempo para ir a la tienda (si era entre semana) con un pastelillo patéticamente lindo. Y me cantaba feliz cumpleaños antes de entregarme el paquete envuelto y disculparse porque tenia cosas que hacer.

Y, sin embargo, todos los años me olvidaba de su cumpleaños y normalmente iba a su casa a altas horas de la noche con un ramo de rosas recién comprado o un chocolate en forma de corazón y algo que ella podría haber mencionado un par de veces que quería, y ella sonreía como si fuera lo mejor del mundo, incluso cuando ella ya se había comprado lo mismo que yo le regalé. Y ella nunca se atrevió a mencionármelo.

Y la verdad es que siento mucha, verdadera y profunda pena por ella. Me siento culpable y cruel, porque ella es una amiga muy buena, cariñosa y dulce, y esta enamorada de mí cuando yo no puedo sentir nada por ella. Y eso es algo que ella entiende completamente, incluso si se que está haciendo todo lo posible para hacerme cambiar de opinión.

Ahora es menos posible que nunca. Porque tengo a alguien.

Y mientras mi mamá seguía gritándome por ser tan mal amigo y esas cosas, diciendo que debería estar allí antes de las ocho con algo decente para ella (ella nunca dejara pasar la idea de que Kelly es perfecta para mi, por lo tanto "necesitaba tratarla bien, darle lo mejor, porque eso es lo que ella siempre hace por mi") seguí volviendo a la hora del almuerzo; seguí pensando en lo natural, simple y perfecto que era estar cerca de Sergio, lo bien que se sentía en mis brazos y lo rápido que paso esa hora.

Seguí pensando en sus penetrantes ojos mirándome desafiante, incrédulo, divertido. Seguía pensando en las diversas formas en que podía sonreír, siempre siguiendo los sentimientos que guardaba en sus ojos, todo su rostro mostraba lo mucho que disfrutaba estar conmigo. Tanto como yo disfrutaba estar con el.

Y eso fue todo, básicamente. Estaba loco por el. Totalmente loco por el, así que realmente no importaba lo que mi madre se quejara al otro lado de la llamada. Si me preguntan, no tenia ni una idea de lo que siguió y siguió diciendo durante aproximadamente media hora. Pero luego, cuando finalmente colgó, salí y comencé a buscar algo que pudiera darle a Kelly.

...................................

Finalmente había empezado a nevar, ligeramente, pequeños copos blancos caían del cielo y se acumulaban en el suelo, ocupando pequeños espacios en la hierba, levantando apenas las copas de los arboles. Sin embargo, seguía siendo hermoso, el cielo brumoso, mas oscuro de lo habitual, realmente borroso y entumecido, y el viento frio soplando.

Y yo estaba mirando todo desde el porche trasero de la casa de mis padres, con una taza caliente entre mis manos; bebiéndola de vez en cuando.

Salí de mis pensamientos con un suave golpe en la puerta, rápidamente gire la cabeza hacia un lado y vi una cabeza tímida asomando por ella. Kelly me sonrió a medias durante un rato y en ese momento se atrevió a preguntar en voz baja:

"¿Puedo unirme?"

Asentí lentamente, observando como su cuerpo finalmente aparecía por completo. Se sentó a mi lado, sosteniendo su taza mientras lo hacia. Por un rato, ambos nos quedamos mirando la escena frente a nosotros, admirando el frio y eso fue todo, hasta que:

Daño |  ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora