Hacia un poco mas de frio que los últimos días. La temperatura seguía bajando peligrosamente, el cielo entumecido, oscuro y lleno de nubes pesadas, la nieve se hacia mas espesa a cada momento. Cada superficie que tocaba era un bloque de hielo, y los guantes que llevaba no ayudaban mucho a la hora de calentarme.
"¿Estas seguro de que es seguro subir a ese avión?" Le murmuré a Lance, esperando que anunciaran su vuelo, sentándome a su lado y viendo como la gente corría desesperada, maldiciendo al mundo entero porque su vuelo había sido cancelado. Lo cual no le paso a Lance. "No estoy seguro de que el cielo este bien, ya sabes..."
Se rió suavemente, acariciando mi espalda y pasando sus dedos suavemente por mi cuello. Su brazo paso libremente alrededor de mis hombros y me acercó para dar un cálido beso en mi frente, la sensación permaneció allí por un tiempo antes de que el frio golpeara mi piel nuevamente.
"Todo esta bien, Mich. Estaré bien, no te preocupes." Aseguró, sin soltarme todavía. "Si no fuera seguro nos habrían avisado. Todo estará bien."
Y bueno, si. Pero, para ser honesto, estaba un poco asustado. Nunca había viajado en avión, bueno al menos no de adulto, y la idea me asustó muchísimo; estar a mil millones de pies de distancia del suelo. Las películas de desastres tampoco ayudaron, y había visto una buena cantidad de ellas junto a Lance.
"Mich. Lo digo en serio." Lance se rió de nuevo, apretándome con fuerza. "Voy a estar bien. Prometo que te llamaré tan pronto como aterrice. Te mantendré informado, ¿si?"
"Sabes que no se nada sobre eso." Aclaré, esperando que entendiera que cualquier cosa que me dijera, no haría ninguna diferencia. Literalmente no sabia nada sobre como se suponía que debía funcionar el boxeo. No es lo mío.
"Si." Estuvo de acuerdo entonces, simplemente encogiéndose de hombros como si no fuera mucho. Y por supuesto, sabia que me llamaría. No para mantenerme informado, ni para tranquilizarme, sino porque este iba a ser el periodo de tiempo mas largo en años que permaneceríamos sin vernos. En realidad, era la primera vez que íbamos a estar separados.
No estaba muy preocupado por eso; estaría bien – mejor que bien – y creo firmemente que Lance también estará bien. O al menos eso es lo que esperaba. Lo había mimado mucho durante los años que pasamos juntos, pero todavía creía que podía cuidar de si mismo, actuar como un hombre adulto, porque lo era. Temía que el único problema era lidiar con la idea de no tener a nadie a quien volver al final del día. Eso lo asustó, mucho.
Y, bueno, estaba Alex, probablemente durmiendo en la habitación de al lado de la suya – o tal vez incluso van a compartir una habitación, quien sabe – pero no soy yo. Y simplemente no es lo mismo.
Y hablando de eso, Alex regresó de repente, con una sonrisa cariñosa en sus labios observaba a Lance con sus brazos todavía alrededor de mi, susurrándome algo al oído a lo que realmente no le preste atención mientras miraba los números en mi pantalla del teléfono. Ya casi era hora de irse.
Antes de que pudiera expresar mis pensamientos, una mujer anuncio el numero de vuelo, haciendo que Lance se levantara rápidamente, sin molestarse en ofrecerme una mano para levantarme y se agachó para agarrar sus maletas. Alex hizo exactamente lo mismo y me puse de pie, suspirando, arreglando el dobladillo de mi camisa antes de ofrecerle a Lance ayuda con su equipaje.
Al poco tiempo, estaba besando mis labios por ultima vez (juro que hice lo mejor que pude para no actuar como si no quisiera sentir sus labios sobre los míos) y luego se estaba desvaneciendo entre todos esos cuerpos, innumerables, organizados en fila para subir al avión. Tanto el como Alex me dijeron adiós con la mano cuando todavía podía ver brevemente sus cabezas asomandose entre la multitud, y luego se fueron.

ESTÁS LEYENDO
Daño | Chestappen
FanfictionNo te enamores de mi... estoy demasiado dañado para ti. ¿Qué estaría dispuesto a hacer por amor?