Escanear las paginas era una cosa; dejar que las palabras asimilaran era otra completamente diferente. Y yo no estaba haciendo eso, seguro. ¿Como mierda encontré este libro? No podía ni recordarlo. Probablemente debió haber estado dentro de algún gabinete en la sala durante mucho tiempo, tirado allí porque básicamente todos nuestros estantes habían sido arrancados de la pared debido a discusiones previas. En cualquier caso, el libro tenia que ser viejo, ya oxidado y con olor a viejo, las paginas un poco rotas, oscurecidas en los bordes, algunas incluso con las orillas dobladas.
Y la historia ni siquiera era interesante, pero bueno.
La casa estaba limpia, esa es la cuestión. Había hecho todo lo que había que hacer, tratando de mantener mi mente alejada de Max solo un poco. Necesitaba distracción, porque se estaba volviendo completamente patético lo dependiente que era de el, por eso, cuando no estábamos juntos, hacia lo mejor que podía para no quedarme estancado en los momentos que realmente pasábamos. Y pasaba el día trabajando en las tareas diarias, barriendo la casa y lavando los platos; haciendo compras y preparando la cena, dejando las sobras dentro del refrigerador en caso de que Lance llegara a casa con hambre.
Y aun así, ver a Max durante su hora de almuerzo no parecía desaparecer de mis pensamientos. Hacer lo que tenia que hacer simplemente no fue suficiente para hacerme olvidar como el me miraba con cariño, como siempre lo hacia. Y fue tan dulce, encantador y descarado, ese maldito bastardo. En serio estaba empezando a sentir que podría necesitar estar con el por mucho, mucho tiempo.
Así que, básicamente, me quede mirando el techo durante largos minutos, camine de un lado a otro, mire por la ventana, incluso pensé en tal vez ir a la casa de Alice, pero todavía era mitad de semana y era de noche, y probablemente ella solo quería hacer palomitas de maíz y ver una película con Angel. Pasaría por allí el fin de semana, estaba seguro. Pero por ahora, un libro tendría que solucionarlo.
Bueno, no fue así.
Leí el párrafo nuevamente, entrecerrando un poco los ojos, concentrándome en las palabras, sabiendo su significado, pero sin llegar a entender. En realidad, era molesto; era molesto como leía, leía y leía y todo lo que obtuve de eso fue un dolor de cabeza, y esa estúpida sensación dentro de mi pecho que me hizo querer tirar el libro contra la pared, tan enojado. ¡No podía entender lo que estaba leyendo! Por el amor de Dios, juro que lo intenté.
Por un momento, apoyé el libro en el respaldo del sofá, asegurándome que tocara la pared detrás para que no se resbalara y cayera contra mi estomago. Luego estire los brazos y las piernas, con tanta fuerza que sentí que mi alma casi abandonaba mi cuerpo, y escuche como los huesos de mi cuello crujían con fuerza, aliviando algo de presión. Después, parpadeé un par de veces, dejando que mis ojos se cerraran por segundos mas largos de los necesarios, viendo letras por todas partes en lugar de la oscuridad habitual.
Tal vez me había esforzado demasiado, pero ¿a quien le importa en realidad? Necesitaba quitar las telarañas del interior de mi cerebro, ya que había pasado mucho tiempo que no había encontrado tiempo para simplemente sentarme y leer algo. Y probablemente había olvidado como hacerlo correctamente, o tal vez no; después de todo, era solo culpa de Max. El es el culpable.
Dos o tres minutos después, abrí los ojos, suspire ruidosamente y tanteé la tapicería, buscando el libro y golpeándome contra la fría pared. Sin embargo, no paso mucho tiempo hasta que volví a mirar las paginas mohosas y esta vez decidí leer el primer capitulo. Ni siquiera si eso significaba horas y mas horas gritándome mentalmente; matando mis células. Yo podía hacerlo.
No pude.
Toda mi atención se fue al espacio una vez que escuche el sonido de ruedas pasando sobre la grava de la calle, deteniéndose repentinamente, justo en frente de mi casa. O al menos así parecía.

ESTÁS LEYENDO
Daño | Chestappen
FanfictionNo te enamores de mi... estoy demasiado dañado para ti. ¿Qué estaría dispuesto a hacer por amor?