Daño | Chestappen

58. Sergio

Capitulo 18+

 "Te amo, Sergio."

Una lagrima se deslizo por mi mejilla al tiempo que asentía al escuchar sus palabras. Max simplemente sonrió, acercando su mano para limpiar la lagrima que bajaba por mi mejilla con la yema de sus dedos y con la otra sujeto mi mentón para así poder acercar su rostro al mío y aprisionar mis labios en un beso tierno, yo pase mis manos por encima de sus hombros para luego llevarlas hacia su nunca y acariciar su cabello, mi corazón latía con fuerza, no podía creer lo que estaba por pasar, pero deje de pensar en ese momento y me deje llevar por el.

Lo que al principio haba sido un beso tierno, fue subiendo de intensidad, pronto su lengua invadió mi boca, comenzando así una danza erótica entre ella, sus dientes mordían mis labios con algo de desesperación provocando que uno que otro gemido saliera de mis labios, me estaba quemando por dentro, lo necesitaba, necesitaba a Max.

"Te haré mío esta noche Sergio." Su afirmación dada con esa voz ronca, tan sensual no hizo mas que mi excitación aumentara, solté un gemido de anticipación a lo que venia, dejando que sus manos me desnudaran lentamente mientras las mías trataban de hacer lo mismo con el.

Me observo de arriba a abajo con una mirada cargada de lujuria, detallando mi cuerpo con sus ojos y manos a cada minuto que pasaba.

"Eres hermoso." Susurro, cerca de mi oído para después morder el lóbulo de mi oreja, fue bajando hasta llegar a mi cuello, lugar que lamió y mordió hasta dejar notables marcas en el, fue descendiendo hasta mis pezones, tomo uno de ellos con una mano, apretando con la yema de sus dedos, estirándolo para ponerlo duro, el otro, lo atendió con su boca, pasando su lengua por el y luego succionándolo y dando una que otra mordida leve.

Para ese entonces los gemidos ya salían de mi boca, podía sentir su aliento caliente golpear aquella piel tan sensible, una vez termino de ponerlos duros fue bajando, dando besos en mi abdomen hasta llegar a mi hombría, esta ya se encontraba notablemente endurecida, sentí como sus manos masajeaban mis mulsos y después ahogue un gemido al sentir sus labios besar la punta de mi miembro.

Instantes después paso su lengua por el mismo lugar, me aferre a las sabanas, el por su parte con su mirada fija en mi, fue bajando su lengua por toda la extensión de mi miembro, tocando con ella aquella partes sensibles que solo me hacían pedir mas.

"Dios, Max." Me mordí fuertemente el labio después de soltar un gemido de placer, había introducido mi miembro en su boca y se sentía demasiado bien, lo estaba haciendo demasiado bien.

Apretaba sus labios ante cada movimiento, sin dejar de usar su lengua, bajaba y subía, a un ritmo cada vez mas constante, lleve una de mis manos hacia su cabello, insistiendo que continuara, después de poco, sentí que no iba a aguantar mucho, era demasiado la excitación. Me estaba sintiendo como nunca antes. Max al notarlo separo sus labios de mi miembro, dejando un resto de liquido en la comisura de sus labios, este, simplemente lo lamió descaradamente, yo en respuesta lo mire con reproche por haberse detenido, sonrió burlón.

"Aun es muy pronto."

Se incorporo un poco para besarme, dejando probar mi propio sabor entre el beso, eso era demasiado, necesitaba que continuara tocándome, trate de restregar mi miembro con su cuerpo ante la búsqueda desesperada de contacto, como respuesta, Max se separo un poco de mi, sin dejar de verme con esa expresión de lujuria.

"Vamos, voltéate." Me ordeno, y no pude replicar ante su tono autoritario.

Hice lo que me pidió, dejando mis glúteos a su completa merced, el con sus manos separo un poco mis piernas, abriendo mis glúteos para tener acceso a una mejor vista, me avergonzó por completo, pero la vergüenza aumento aun mas al sentir algo tibio y humano adentrarse en mi; su lengua.