Daño | Chestappen

76. Sergio

Cada segundo hacia mas frío, y el hecho de que estuviera parado sin ninguna posibilidad de moverme (había demasiadas personas a mi lado) no ayudaba en absoluto. Los varios cuerpos a mi alrededor no me proporcionaban calor.

Odiaba los aeropuertos.

Pero aun así, allí estaba yo, solo, mirando alguna puerta por donde Lance y Alex aparecerían en cualquier momento. Y no es que me estuviera quejando, pero podrían darse prisa, ¿no? Realmente necesitaba ir a casa y dormir para quitarme el cansancio y las ganas que tenia de salir corriendo.

Mire la hora en mi teléfono una vez mas, me puse de puntillas y estire el cuello para intentar ver algo entre el mar de cabezas, pero todavía no había nada. Después de unos quince minutos de impacientemente golpear el suelo con el pie y mirar hacia arriba unas cuantas veces mas, Lance y Alex salieron por la puerta detrás de algunas otras personas. Les tomo un tiempo encontrarme, pero una vez que lo hicieron, Lance corrió hacia mi como loco, dejando sus maletas atrás para que Alex pudiera tomarlas, y en un abrir y cerrar de ojos, lo tenia envuelto sobre mi.

No era que no estuviera feliz de ver a Lance, porque realmente lo estaba. Lo había extrañado, no solo durante la ultima semana que pase solo, sino también mientras estuve con Max. Lo quiera o no, había pasado gran parte de mi vida con Lance, así que de alguna manera me había acostumbrado a su presencia. Pero... no estaba particularmente de humor para abrazos y sonrisas, especialmente con tanto frio rodeándome.

"¡Mich!" Lance aplaudió, levantándome brevemente del suelo, chocando un poco mis huesos entre sus brazos. "¡Dios, te extrañe! No podrás creer lo bien que la pasamos."

Asentí rápidamente, alejándolo y mirando a Alex sonriendo con cariño detrás de el. Agito una mano en el aire discretamente, murmurando un: "Hola, Mich." y acercándose para darme un rápido abrazo también. Fue el medio abrazo habitual, ya que Lance ya tenia una de sus manos alrededor de mi cintura y la otra estirándose hacia Alex para recuperar sus maletas.

"Cuéntamelo todo durante el camino a casa. Ahora mismo vamos a buscar el resto de tus cosas."

Besó un lado de mi cabeza en señal de acuerdo.

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Tenia mi cabeza apoyada en la ventana esmerilada, mis dedos jugando con el dobladillo de mi camisa mientras Lance conducía en silencio, Alex hacia algo en su teléfono en el asiento detrás de nosotros. Me sentía bastante cómodo en el silencio que se había establecido, a punto de quedarme dormido, pero Lance lo rompió.

"Hm, bueno. Entonces, además de salir y conocer New York." Afirmo, sonriendo de oreja a oreja, y Alex se movió en su asiento, aparentemente sabiendo lo que vendría después. "Lo hicimos muy bien en la competencia."

Y bueno, la competencia. Lo único que no me mencionó cada vez que llamó. Había dicho que quería que fuera una sorpresa, quería ver mi reacción cuando me contara los resultados de su arduo trabajo, así que me preparé, enderezando mi espalda también y poniendo una sonrisa emocionada que esperaba hiciera. Me veo como si realmente quisiera escuchar toda la historia.

"Bueno, dime. Estoy listo." Dije, cerrando los ojos y apretando los labios, cruzando los dedos solo para lograr el efecto.

Escuche a Lance reír antes de que finalmente dijera: "Segundo lugar."

Le sonreí disculpándome. Mi mano fue directamente a su muslo, dándole palmaditas como para consolarlo. "Lamento que no hayas ganado, Lance. Pero tienes a los mejores boxeadores."

"No, esta bien. Llegamos al podio, estoy bien con eso. Además, ahora viajaremos mucho mas. No solo mi chico ganador, sino todos mis mejores boxeadores. Entrenaremos para competencias mas grandes." Me guiño un ojo, el tono de su voz era feliz como nunca antes lo había visto. "Y esta vez, te llevare conmigo."