¡Mierda! Hacia mucho frio. Apenas podía concentrarme en algo mientras daba vuelta en la cama, tanteando el colchón para tratar de encontrar la manta que estaba seguro había dejado aquí la noche anterior. Bueno, eso y también el cuerpo cálido de alguien con quien estaba seguro de haberme acostado, pero que parecía no estar ni cerca.
Gruñí.
Y el era el que no quería despertar solo.
De repente, sentí que la cama se movía; me atreví a abrir un ojo y entonces lo vi sentado con las piernas cruzadas en el borde del mismo colchón, con una taza colocada entre los dedos mientras lo miraba con el ceño fruncido.
Sin mirarme me dijo. "Que taza tan tierna tienes aquí, Max." Y entonces abrí completamente los ojos, sin tener que preocuparme por mucha luminosidad porque el clima era completamente agradable, y por agradable me refiero sin la luz del sol entrando por mis ventanas y cegándome a primera hora de la mañana.
Tuve que contener las respiración por un momento. Esa taza. Simplemente resoplé y Sergio asintió.
"También te prepare te." Se acerco a mi de rodillas, aun teniendo cuidado con la taza que sostenía, y luego se estiro hacia mi mesa de noche. Antes de que pudiera sentarme por completo, el me estaba entregando mi te, que olía a hogar y sonreí a medias, todavía con mucho sueño. "¿Dormiste bien?"
"Bastante bien, si." Logre decir ahogadamente, sintiendo ese rasguño en mi garganta por no hablar por un rato. "Pensé que no querías despertarte y estar solo." Solté entonces, sorbiendo mi te y alejándome tan pronto como sentí el ardor en mi lengua.
"No lo hice." Se encogió de hombros, sentándose a mi lado y cubriendo nuestras piernas con la manta.
"Entonces, ¿por que yo si? No es justo." Trate de hacer un poco de pucheros, seguramente pareciendo ridículo, pero sin importarme.
"Tu tampoco lo hiciste. Estaba justo al final de la cama, Verstappen."
Sacudiendo la cabeza obstinadamente, me gire hacia un lado, con las manos alcanzando el dobladillo de su camisa, acercándolo lo mas que pude sin derramar el te sobre su piel. "Tu sabes lo que quiero decir." Se rió no tan fuerte.
"No seas idiota. ¡Te prepare te!" Se quejó, alejándome de su regazo, pero sonriendo dulcemente, sus rasgos un poco mas suaves y sus dedos todavía jugando con el dorso de mi muñeca, aunque no podía recordar cuando empezó a tocarme. Se sintió mas natural de lo que pensé.
Y luego, se hizo el silencio. Después de todo, logre sentarme, bebiendo el te en silencio pero también observándolo con atención. De alguna manera, nuestros dedos terminaron enredados debajo de la manta, trazando pequeños patrones en la piel del otro, manteniendo nuestros ojos fijos y fue mas cómodo de lo que me gustaría admitir; estar con alguien así, con tanta naturalidad, como si hubiera sido así desde siempre.
......................
"¿Checo?" Insistí, despeinando su cabello con mis dedos, intentando y fallando en separarlo en tres mechones como el me había dicho. Esto no es humanamente posible. Simplemente no. "¿Como lo trenzo, otra vez?" Suspiro ruidosamente, mirándome y sonriendo como si la escena fuera divertida.
Luego me quito las manos de encima, apoyó la cabeza en mi muslo y tire mi espalda contra el sofá, pateando sus costados en el suelo y riéndome entre dientes cuando se estremeció, tratando de esquivar mi toque, pero fallando.
"Bien. He terminado con eso. Ahora es oficial." Declaró, jalando un hilo suelto de mi suéter entre sus dedos. "En serio pensé que tu cerebro era mas grande, Maxie baby."
De hecho, me reí de eso. "¿Maxie baby? ¿Qué mierda fue eso, Sergio? No te desesperes, no nací para trenzar, tu tendrás un poco de experiencia peinando a Angel, pero no es tan fácil, además tu cabello es muy corto, pero vamos, dame solo una oportunidad mas. Lo haré esta vez, lo juro."
ESTÁS LEYENDO
Daño | Chestappen
FanficNo te enamores de mi... estoy demasiado dañado para ti. ¿Qué estaría dispuesto a hacer por amor?