Ingrid se encuentra frente a la lápida de su padre, con los ojos llenos de lágrimas.
- Papá, te extraño no sabes cuanta falta me haces, como quisiera que estuvieras acá conmigo - murmura mientras acaricia la fría piedra. Las palabras parecen desvanecerse en el aire, perdidas entre los susurros del viento que agita las hojas de los árboles cercanos.
Mientras tanto, Arthur y su hermana Ginebra llegan al cementerio. Ginebra, con un gesto de desaprobación, exclama
- ¿Qué estamos haciendo aquí? ¡No me dijiste que íbamos a venir al cementerio!
- que más pasear no – le mira
- yo pensé que me llevarías al parque o a una cafetería, pero no a un cementerio que clase de paseo es esto - Actúa como una niña consentida, protestando ante su hermano.
- un hermoso paseo de dos hermanos que se quieren mucho – sonríe, caminan por los pasillos del cementerio, paulo cada vez que puede le hace asustar a Marcelina – buuu
- ahhh - un grito ahogado de Ginebra corta el aire. Sale corriendo totalmente asustada
- ¡Ay, Ginebra, ¡no asustes así!, soy yo - se mata de risa, hasta que ve a alguien - wooooo – mira a Ingrid todo embobado- Fue un día como cualquiera – de la nada empieza a cantar con solo verla - Nunca olvidaré la fecha!
- Coincidimos sin pensar en tiempo y en lugar
- Algo mágico pasó
- Tu sonrisa me atrapó
- Sin permiso me robaste el corazón
- Y así, sin decirnos nada
- Con una simple mirada
- Comenzaba nuestro amor
- Tú me cambiaste la vida
- Desde que llegaste a mí
- Eres el sol que ilumina todo mi existir
- Eres un sueño perfecto
- Todo lo encuentro en ti
- En ese momento, Ginebra ya había vuelto y se queda viendo a Arthur, sorprendida
- Hay el amor – suspira – quién lo diría no – se burla
Arthur se percata de que su hermana lo está grabando con su teléfono.
- ¿Qué estás haciendo? ¡Apaga eso! - exclama, dándose cuenta de que Ginebra está registrando el momento. La persigue mientras ella se ríe, jugando a esquivarlo.
En medio de las risas y el alboroto, Ingrid sale del cementerio y se encuentra con Arthur y Ginebra.
- ¿Qué hacen ustedes aquí? - pregunta con sorpresa.
- Nada, ¿y tú? - responde Ginebra
- No, yo tampoco, nada - añade Arthur, tratando de ocultar su entusiasmo por el encuentro.
- Mmm – duda Ingrid
- Por cierto, me alegra verte de nuevo – le agarra la mano y le da un beso, Ingrid aparta su mano bruscamente
- Bueno, me tengo que ir – se va corriendo, como escapando de alguien
- Pero que acaba de pasar – pregunta Ginebra
- No sé, pero de que algo sucede, algo sucede como para reaccionar
- ¿Así cómo? – pregunta confundida
- así como si me odiara o me tuviera miedo o miedo a algo o alguien hay ya no sé – se frustra
- Qué cosas dices, miedo a que, estás loco, mejor vámonos – expresa ginebra sin prestar atención a la situación
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QUÉDATE CONMIGO
Teen FictionIngrid y Arthur se encuentran atrapados en un torbellino de violencia y emociones prohibidas. Ingrid soporta en silencio el tormento infligido por su pareja, hasta que el peso del dolor se vuelve insoportable y toma una decisión desgarradora. Mientr...