Un mes había pasado desde aquella noche en la fiesta. Un mes desde que Arthur había desaparecido. La preocupación se extendía entre sus amigos como una sombra oscura y persistente. Adam, Diego, Camilo, y Mánzer no podían dejar de hablar del tema.
En el patio del Colegio, se encontraban reunidos, sus rostros marcados por la inquietud.
- Es muy raro que Arthur no haya venido a clases en todo el mes —dice Adam, rompiendo el silencio.
- Sí, incluso Ginebra ha estado muy callada. Algo debe estar pasando —añade Diego, su expresión seria.
- ¿Alguien ha intentado hablar con su familia? —pregunta Camilo, mirando a sus amigos.
- Yo intenté hablar con Ginebra, pero estaba muy evasiva. Apenas quiso hablarme —responde Mánzer, preocupado.
En ese momento, Leonor Boya pasa cerca del grupo, había venido a dejar algo a Ginebra. Diego la llama.
- ¡Señora Leonor! ¿Puedes venir un momento? —le dice, tratando de sonar amigable.
Leonor se detiene, visiblemente incómoda, pero se acerca lentamente.
- ¿Qué pasa, Diego? —pregunta, su voz apenas un susurro.
- Sabemos que usted trabaja en la casa de Ginebra y Arthur. ¿Tienes idea de qué está pasando? —le pregunta Diego directamente.
Leonor desvía la mirada, nerviosa.
- No sé nada. De verdad, no tengo idea —responde rápidamente.
Adam se acerca un paso más, su rostro reflejando preocupación.
- Señora Leonor, esto es serio. Arthur no ha aparecido en un Mes y estamos muy preocupados. Si sabes algo, por favor, cuéntanos.
Leonor empieza a temblar ligeramente, pero mantiene su postura.
- No puedo decir nada. De verdad, no sé nada —repite, su voz temblando.
Camilo frunce el ceño, sintiendo que Inés les está ocultando algo.
- Señora, somos sus amigos. Si algo le pasó a Arthur, necesitamos saberlo. No puedes quedarte callada —le dice con firmeza.
Leonor siente la presión aumentar. Sus ojos se llenan de lágrimas, pero intenta contenerlas.
- No puedo... no puedo decir nada —susurra, su voz quebrada.
Mánzer, que había estado observando en silencio, da un paso al frente.
- Señora, si Arthur está en problemas, tenemos que ayudarlo. No podemos dejarlo solo. Por favor, dinos qué está pasando —su voz es suave, pero urgente.
Leonor mira a sus amigos, la culpa y el miedo reflejados en sus ojos.
- No lo entienden. No puedo decirles nada —dice, intentando mantener la calma.
Diego da un paso más, colocando una mano en el hombro de Inés.
- somos sus amigos. Estamos juntos en esto. Por favor, confía en nosotros —dice con suavidad.
Leonor se derrumba, las lágrimas corriendo por su rostro. Sus rodillas fallan y cae al suelo, sollozando.
- ¡No puedo más! ¡No puedo más con esto! —grita, su voz llena de desesperación.
Los chicos se arrodillan a su alrededor, tratando de consolarla.
- Está bien. Estamos aquí para ti. Cuéntanos todo —dice Adam, intentando calmarla.
Leonor respira hondo, tratando de recuperar la compostura.
- La noche de la fiesta, el Joven Arthur tuvo una discusión terrible con su padre. Él... él lo golpeó. Fue horrible. Y después de eso, Arthur desapareció. No sé dónde está, nadie me dice nada —solloza, su voz temblando de miedo y tristeza.
ESTÁS LEYENDO
QUÉDATE CONMIGO
Teen FictionIngrid y Arthur se encuentran atrapados en un torbellino de violencia y emociones prohibidas. Ingrid soporta en silencio el tormento infligido por su pareja, hasta que el peso del dolor se vuelve insoportable y toma una decisión desgarradora. Mientr...