CAP. 66 NOCHES DE DESILUSIÓN: ENTRE BESOS Y CELOS

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En la casa de Alessia, el ambiente era tenso desde el momento en que ella se despidió. Arthur estaba sentado en el sofá, absorto en sus pensamientos sobre Ingrid, a pesar de que ya paso tiempo desde aquella vez que se perdieron en el bosque, desde esa vez su mente está un torbellino, Alessia se le acercó.

- Arthur, voy a salir y llegaré tarde —dijo Alessia, dándole un beso en la mejilla

Olivia, que estaba de pie cerca de la puerta, frunció el ceño.

- ¡No vuelvas a besar a mi novio! — claramente molesta.

- Bueno, como digas —Alessia sonrió y, recogiendo sus cosas, salió de la casa— te quedas en su casa Olivia

La puerta se cerró y el silencio llenó el espacio. Arthur intentó concentrarse en sus propios pensamientos, pero Olivia no tardó en romper el silencio con una voz llena de veneno.

- ¿Qué fue eso, Arthur? —dijo Olivia, con los brazos cruzados— ¿Por qué te dejas besar por Alessia?

Arthur suspiró, ya sintiendo el comienzo de una discusión.

- Olivia, no es nada. Solo fue un beso en la mejilla. No te pongas así.

- ¿No me ponga así? —replicó Olivia, elevando la voz— Claro, como si todo esto fuera normal, no te dije nada aquella vez por no hacer un escándalo. ¡Te perdiste con Ingrid en el bosque aquella vez! ¿Qué demonios estaban haciendo toda la noche? ¿Durmieron juntos bien abrazados?

Arthur levantó la mirada, sorprendido por la intensidad de sus palabras.

- Olivia, no fue nada. Estábamos perdidos y nos quedamos dormidos debajo de un árbol porque no podíamos arriesgarnos, nada más.

- ¿Nada más? —Olivia soltó una risa sarcástica— Claro, siempre es nada más contigo. Siempre hay una excusa, siempre una razón para estar cerca de ella.

Arthur se levantó, sintiendo la tensión en el aire.

- Olivia, no tienes idea de lo que pasó. Estábamos tratando de encontrar el camino de regreso.

- ¿Y qué hicieron mientras estaban "tratando de encontrar el camino de regreso"? ¿Hablaron de lo mucho que se extrañaban? ¿Te dijo lo sola y triste que se siente sin ti?

Arthur frunció el ceño, tratando de mantener la calma.

- No sé por qué estás tan celosa. No pasó nada entre Ingrid y yo.

- ¡No me mientas! —gritó Olivia, con lágrimas de rabia en los ojos— Siempre pasa algo entre ustedes. Siempre hay algo más.

Arthur dio un paso atrás, sorprendido por la intensidad de su reacción.

- Olivia, te lo juro, no pasó nada. Ingrid estaba asustada y necesitaba ayuda.

- ¿Y tú eres el héroe? ¿Verdad? —Olivia se burló— Siempre estás ahí para salvarla. ¿Y yo qué? ¿Qué soy yo para ti, Arthur? ¿Un segundo plato?

Arthur sintió un nudo en el estómago. Sabía que Olivia estaba herida, pero no sabía cómo calmarla.

- No eres un segundo plato, Olivia. Eres mi novia. Pero tienes que entender que Ingrid y yo solo somos colegas.

- Colega —repitió Olivia, con amargura— Siempre dices eso, pero tus ojos dicen otra cosa. Siempre estás preocupado por ella, siempre estás a su lado. ¿Y qué hay de mí?

Arthur se acercó, tratando de tomarle la mano, pero ella se apartó.

- Olivia, por favor, entiende. Ingrid y yo estábamos perdidos, los dos nos teníamos que ayudar, es obvio

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