QUÉDATE CONMIGO

CAP. 102 EL ECO DE LA NEGACIÓN: ENTRE LA REDENCIÓN Y EL INFIERNO

Arthur sintió un nudo en su garganta.

- Sí... la amo — respondió con titubeo, aunque en el fondo sabía que su voz no sonaba convencida.

- ¿seguro? ¿O simplemente estoy con ella para olvidar a Ingrid?

Alessia lo miró fijamente, con una expresión que mezclaba compasión y determinación.

- Te conozco y sé que estás haciendo todo esto para olvidar a Ingrid. Y, además, no quiero meter cizaña, aprecio mucho a Olivia, pero se ve que ella está obsesionada contigo. Se ve en la forma en que te mira, tan sobre protectora y posesiva.

- ¿Qué quieres decir? — preguntó Arthur, sintiéndose inquieto ante sus palabras.

- Ni siquiera quiere que hables con otras mujeres. ¿Cómo puede ser eso una relación? Alessia lo cuestionó, sintiendo que se estaba perdiendo la esencia de su amistad. — Tú no eres así, Arthur. Mereces algo más que un amor posesivo.

Arthur se quedó en silencio, con las palabras de Alessia resonando en su mente.

- Quizás tienes razón, admitió al fin. — Pero, ¿qué puedo hacer? Ya no puedo volver atrás.

- No se trata de volver atrás — dijo Alessia con firmeza. Se trata de ser sincero contigo mismo y con los demás. Si sigues viviendo en este estado de negación, solo te harás daño a ti y a Ingrid.

Arthur sintió que su corazón se partía en mil pedazos. La lucha interna entre su amor por Ingrid y su miedo a lastimarla lo devoraba.

- No sé cómo enfrentar esto. Me aterra pensar que podría lastimarla aún más."

Alessia dio un paso adelante, colocando una mano en su hombro.

- Es un dilema, lo sé. Pero ignorar tus sentimientos solo hará que te pierdas más. No puedes seguir huyendo de lo que sientes.

- Pero ella.....

- No he llegado a conocer a Ingrid tanto como tú, pero acepto que, al principio, también la traté mal. No hablé con ella. Siempre hablabas con tu hermana o con tus amigos. Pero, al pasar el tiempo, me fui dando cuenta de lo que realmente era. Y no creo que sea la clase de persona que te haría daño intencionalmente. Alessia lo miró con ternura. — Arthur, lo sé. Veo el dolor en tus ojos. Espero que no te arrepientas de lo que hiciste. Tú sabes lo que siento por ti, y aun así somos amigos, sabes cómo es tu novia, no debiste pedirla que fuera tu novia para olvidarte de Ingrid porque eso es lo que hiciste, ¡escapaste!, te estás equivocando Cariño y lo más seguro es que te arrepientas.

Arthur sintió que el peso de las palabras de Alessia lo aplastaba.

- ¿Tal vez fue forzado? ¿Algo debió pasar? — Las preguntas retumbaban en su mente. Cada palabra de Alessia parecía resonar con verdad, abriendo una grieta en la armadura que había construido alrededor de su corazón.

Alessia continuó

- Se nota en los ojos de Ingrid que está enamorada de ti. Solo un ciego no podría verlo. Si estás seguro de lo que pasó aquel día, tal vez deberías reconsiderar todo esto. Podría haber sido por algo más allá de los sentimientos.

Arthur se quedó en silencio, sintiendo que el mundo a su alrededor se desvanecía.

- Pero... la vi con Mateo — dijo al fin, su voz apenas un susurro. — No sé si puedo volver a confiar en ella.

- Como te dije el amor a veces es complicado — respondió Alessia. — Pero si no lo intentas, te arrepentirás. Ella puede estar sufriendo tanto o más que tú.